No es Iglesias, sino el PSOE
Todav¨ªa parecen no entender el fracaso cuando en los bares de Madrid hab¨ªa fotos de Ayuso como en Sevilla hay de la Macarena o la Esperanza de Triana
En su particular last picture show, Pablo Iglesias reclam¨® los focos para hacer mutis con doble raci¨®n de ¨¦pica, alg¨²n gui?o emp¨¢tico y las ¨ªnfulas habituales. En fin, un desnudo, como en los setenta, por exigencias del guion. Iglesias acudi¨® a las elecciones de Madrid a sostener Podemos y se va tras lograr su objetivo habi¨¦ndose comprometido a permanecer en la Asamblea: ¡°clar¨ªsimamente¡±. Nadie le va a reprochar esa ¨²ltima mentira. Al cabo, ya se le hab¨ªa despedido camino de la industria del espect¨¢culo; o para continuar en ella pero no a sueldo de los Presupuestos del Estado. Iglesias no ha sido devorado por la campa?a, sino que ha utilizado la campa?a de Madrid como catapulta a la siguiente pantalla, capitalizando el desastre de la izquierda. Pero lo sucedido interpela sobre todo al PSOE, que ya no es tanto Ferraz como Moncloa. El PSOE se ha visto arrastrado a la campa?a que marcaba Iglesias, y el balance es no ser ya siquiera primera fuerza de la izquierda.
Esto no va de hacer, como aquel personaje de South Park, el papel del Capit¨¢n A Posteriori denunciando errores imprevisibles una vez consumados. Desde hace meses se ven¨ªa advirtiendo. Ayuso tom¨® la iniciativa, tirando del manual b¨¢sico del trumpismo con un discurso libertario estilo Tea Party, para configurar un marco simple: ella encarna ese Madrid de la libertad y S¨¢nchez es el enemigo. El presidente, tras el amago fallido de la ceremonia de las 21 banderas, cay¨® en ese marco y un pu?ado de medios contribuyeron con un pim-pam-pum de caricaturas que provocaron el efecto Trump: hacerla m¨¢s fuerte a cada exceso. Como enfatiza Anne Applebaum, a esa l¨®gica populista no se puede responder con la misma l¨®gica sino cambiando de tema. Nunca sucedi¨®. Redondo, al que tienen ganas desde el 70 de calle Ferraz, hizo a Gabilondo ir de ¡°con este Iglesias no¡± a ¡°querido Pablo¡± para acabar en la campa?a hiperventilada del antifascismo. Errej¨®n les ha dado un consejo gratis: pelear batallas reales mirando al futuro.
Es prematuro evaluar la hip¨®tesis del cambio de ciclo, pero hay malas se?ales para el PSOE. De momento, adem¨¢s de no saber ganar, tampoco est¨¢n sabiendo perder. Los mensajes de Carmen Calvo, rectificados tarde tras hacer de Monedero, apuntaban con petulancia a la dificultad de la izquierda para bajar a debatir de ca?as y berberechos ¨Da ellos, claro, les hubiese gustado debatir de urbanismo en torno a Saskia Sassen¨D y termin¨® por tirar de Hitler cumpliendo la Ley de Godwin: ¡°A medida que una discusi¨®n se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparaci¨®n con los nazis tiende a uno¡±. No entendieron el marco de la campa?a ¨D?de verdad cre¨ªan que no movilizar¨ªa a la derecha la Contrafoto de Col¨®n, con Iglesias, Rufi¨¢n y Otegi, entre brochazos gruesos de dumping fiscal y procesismo al dictado de los socios catalanes?¨D y han hecho una mala campa?a para acabar despreciando al votante. Demasiado. Todav¨ªa parecen no entender el fracaso cuando en los bares de Madrid hab¨ªa fotos de Ayuso como en Sevilla hay de la Macarena o la Esperanza de Triana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.