El an¨¢lisis
La victoria de Ayuso es la garant¨ªa de que el surrealismo espa?ol, lejos de desaparecer tras nuestra incorporaci¨®n a Europa, continuaba latente a la espera de que alguien lo encarnara
El ¨¦xito de Ayuso en Madrid deber¨ªa alegrarnos, pues es la garant¨ªa de que el surrealismo espa?ol, lejos de desaparecer tras nuestra incorporaci¨®n a Europa, continuaba latente a la espera de que alguien lo encarnara. El discurso con el que la candidata del PP ha triunfado en las urnas no ha sido muy diferente en sus contenidos formales, aunque tampoco en los tem¨¢ticos, del de las famosas empanadillas de Martes y Trece. Donde ellos dec¨ªan ¡°empanadillas¡±, coloque usted la palabra libertad y comprender¨¢ de lo que hablamos. Ayuso se ha pasado la campa?a electoral sacando y metiendo la libertad del horno en una delirante farfulla verbal que, sin ir a parte alguna, la ha llevado a la presidencia de la Comunidad de Madrid del mismo modo en que las empanadillas llevaron a la fama al d¨²o antes citado.
Bien por Ayuso, bien por los miles de ciudadanos que se reunieron en la calle de G¨¦nova reclamando la libertad a gritos y al un¨ªsono. Que los votantes del partido fundado por Fraga Iribarne, ministro del general que sojuzg¨® a los espa?oles durante 40 a?os, abrazaran la causa con el alborozo, cuando no el arrebato, que vimos en la tele, nos llenaba de un estupor estimulante, de una fe enorme en el futuro de lo on¨ªrico. Todav¨ªa m¨¢s cuando nos dimos cuenta de que no se refer¨ªan a una libertad cualquiera, sino a la de llevar una pulserita en la mu?eca o de beberse una cerveza a media tarde, tal vez junto al palo de golf con el que golpear luego las se?ales de tr¨¢fico, representantes de un sistema opresor bajo cuyas argucias hemos estado a punto de caer.
Echamos de menos en La Sexta de Ferreras la presencia de Fernando Arrabal, el ¨²nico intelectual al que encomendar¨ªamos el an¨¢lisis de estos espectaculares resultados.
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