?Es el PP una mafia?
Los delitos supuestos revelan dos hechos incuestionables sobre el PP y Espa?a: el partido conservador tiene un grave problema corporativo y Espa?a uno de visi¨®n corporativista del mundo
Tras la imputaci¨®n de Mar¨ªa Dolores de Cospedal en el caso Kitchen, o¨ªmos por doquier que el Partido Popular es una mafia. No lo es, pero los delitos supuestos revelan dos hechos incuestionables sobre el PP y Espa?a: el partido conservador tiene un grave problema corporativo y Espa?a uno de visi¨®n corporativista del mundo.
Tenemos motivos para irritarnos con las cloacas del PP. No s¨®lo ha acumulado casos de corrupci¨®n durante a?os, sino que, si se confirman las sospechas judiciales, altos cargos populares se aprovecharon de las estructuras del Estado ¨Dlas encargadas de la ley y el orden, las m¨¢s sagradamente neutrales¨D para montar un espionaje parapolicial a su extesorero y robarle papeles que pudieran serles comprometedores. Eso es crear una trama corrupta para ocultar otra. No es una estafa aditiva, sino multiplicativa o, en feliz expresi¨®n de Edmundo Bal, corrupci¨®n al cuadrado.
Uno puede tener una manzana podrida (caso B¨¢rcenas), pero si trata de librarse de ella con otra manzana podrida (caso Kitchen), es l¨®gico pensar que todo el cesto est¨¢ putrefacto. Pero no es as¨ª. La prueba son los militantes y cargos electos populares en miles de administraciones del conjunto de Espa?a, las primeras v¨ªctimas de unos enga?os que beneficiaron a unos pocos generales a expensas de muchos soldados.
Los esc¨¢ndalos del PP son parecidos a los de Enron o Parmalat antes de la crisis financiera o muchas cajas de ahorro despu¨¦s: directivos aprovech¨¢ndose de su posici¨®n para abusar de los intereses a largo plazo de accionistas y ciudadanos. Es el problema ic¨®nico del gobierno corporativo y la raz¨®n por la que debemos esmerarnos en reforzar, am¨¦n de las inspecciones externas (y costosas) de las organizaciones, los controles internos (y eficientes), siguiendo la estela de los pa¨ªses anglosajones. All¨ª, y en otras naciones del centro-norte de Europa, se entiende que el conflicto social b¨¢sico es el que se da dentro de las organizaciones. Para nosotros, es el que se da entre organizaciones: Iglesia contra Estado, empresas contra sindicatos, PP contra PSOE. Por no hablar del Real Madrid contra el Bar?a ¨Dobsesi¨®n colectiva que explicar¨ªa la sorprendente tolerancia con los excesos presidenciales en ambos clubes desde tiempo inmemorial¨D. En nuestra perspectiva gremial, no individual, del mundo, el PP s¨®lo puede ser una p¨¦rfida mafia o una caritativa ONG. @VictorLapuente
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