Entre fantasmas y realidades
De no negociar, habr¨¢ otro estallido social en Colombia. El Gobierno Duque est¨¢ intentando apagar un incendio con gasolina
El estallido social que vive Colombia desde el pasado 28 de abril parece tener dos realidades. La primera, es la del Gobierno de Iv¨¢n Duque; la del partido de Gobierno, el Centro Democr¨¢tico; y la de un sector de la sociedad, sobre todo los de mayor estabilidad econ¨®mica. Para ellos, con algunas variaciones o enfoques, todo se trata de una conspiraci¨®n de la izquierda, el regreso del comunismo o una conspiraci¨®n del crimen organizado aliado con el comunismo. Culpan a Venezuela, al Foro de S?o Paulo, entre otros.
La segunda explicaci¨®n es la de la mayor¨ªa de los expertos, analistas y de la ciudadan¨ªa en general: una crisis profunda del pa¨ªs que se resume, tal vez, en tres datos grandes. 1. En 2020, 7,1 millones de hogares en Colombia com¨ªan tres veces al d¨ªa, mientras que en febrero de 2021 fueron solo 5,4 millones. Esto implica que 1,6 millones de familias no pudieron continuar con esa cantidad de raci¨®n diaria a causa de la pandemia. Adem¨¢s, 92.214 familias pasaron de comer tres veces a un solo plato al d¨ªa, y otros 9.010 hogares no tendr¨ªan siquiera para una comida diaria. 2. Cada cuatro d¨ªas asesinan un l¨ªder o lideresa social en Colombia. 3. Colombia retrocedi¨® casi 20 a?os en materia de reducci¨®n de la pobreza.
Aquellos que creen en la primera teor¨ªa ¨Ces decir, una conspiraci¨®n del comunismo¨C lo hacen por dos razones. Algunos sencillamente lo creen y lo replican por ignorancia. Esto significa que su modelo de pa¨ªs no les permite entender la crisis socioecon¨®mica, pol¨ªtica, social y en materia de seguridad que tiene Colombia. Pero tambi¨¦n hay quienes replican y repiten esta teor¨ªa de la conspiraci¨®n como estrategia electoral. Particularmente los sectores de derecha han revivido, en Colombia, la palabra comunismo. Durante la campa?a presidencial de 2018 utilizaron la palabra de castrochavismo, pero los dos protagonistas de esa palabra ya est¨¢n muertos, entonces ahora han revivido, de nuevo, la de comunismo, en donde encierran todo aquello que protesta por la crisis profunda que vive el pa¨ªs.
El Ejecutivo de Iv¨¢n Duque y el partido de Gobierno son los principales exponentes de esta teor¨ªa bajo la idea de ganar votos en el 2022. Dicha apuesta de buscar fantasmas y no ver la crisis del pa¨ªs lleva a que el Gobierno no tenga, ni pueda tener, como estrategia, una salida negociada a la actual crisis. Por ello ha hecho hasta lo imposible por sabotear la negociaci¨®n con el comit¨¦ del paro nacional. Obviamente, despu¨¦s de seis semanas hay una situaci¨®n de desgaste del paro, lo cual hace creer a algunos pol¨ªticos de derecha que las manifestaciones van a desaparecer. De hecho, las ¨²ltimas movilizaciones han tenido poca afluencia. El desgaste es normal. Pero, de no negociar, habr¨¢ otro estallido social en algunas semanas. Como siempre, el Gobierno Duque est¨¢ intentando apagar un incendio con gasolina.
Pero m¨¢s all¨¢ del pr¨®ximo o pr¨®ximos estallidos sociales, el hecho de no reconocer la crisis y hacer crecer la versi¨®n de una conspiraci¨®n internacional va a causar que la ciudadan¨ªa colombiana salga a votar en el 2022 con mucha rabia. El establecimiento colombiano no ha entendido que hay una crisis generalizada del sistema y creen que, al final, todo volver¨¢ a ser como antes. Por ello, los partidos tradicionales negocian cargos burocr¨¢ticos a cambio de respaldar el Gobierno, reciben prebendas como estrategia para mantener su caudal electoral y creen que no pasar¨¢ nada.
El establecimiento pol¨ªtico, la clase dirigente nacional y local deben entender que, si no cambian nada, si no reforman nada, los van a cambiar a la fuerza, la ciudadan¨ªa saldr¨¢ a votar con rabia. De hecho, en la actualidad la mayor¨ªa de las proyecciones dicen que el Partido de la U casi que desaparecer¨¢, mientras que los partidos Centro Democr¨¢tico y Cambio Radical perder¨¢n un n¨²mero importante de curules. El mapa pol¨ªtico del 2022 ser¨¢ muy diferente al actual. Como se dice popularmente, es mejor que no estiren tanto el caucho pues, de pronto, se les revienta.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.