Prometedor deshielo comercial entre EE UU y UE
Los socios deben ahora avanzar en la desescalada de las luchas arancelarias desatadas por Trump
La primera cumbre bilateral de la UE y EE UU en la era Biden, celebrada este martes en Bruselas, se ha saldado con un acuerdo para poner fin a la disputa comercial sobre Airbus y Boeing. El conflicto, el m¨¢s largo de la historia comercial reciente con 17 a?os de duraci¨®n, ha sido un fuego cruzado de subvenciones a la aeron¨¢utica europea y estadounidense consideradas ilegales en ambos casos por ...
La primera cumbre bilateral de la UE y EE UU en la era Biden, celebrada este martes en Bruselas, se ha saldado con un acuerdo para poner fin a la disputa comercial sobre Airbus y Boeing. El conflicto, el m¨¢s largo de la historia comercial reciente con 17 a?os de duraci¨®n, ha sido un fuego cruzado de subvenciones a la aeron¨¢utica europea y estadounidense consideradas ilegales en ambos casos por la Organizaci¨®n Mundial de Comercio. Las represalias arancelarias de uno y otro lado alcanzaban ya un valor de 10.000 millones de euros y supon¨ªan un serio percance para el ¨¢rea comercial transatl¨¢ntica, la mayor del mundo.
La cumbre marca as¨ª el inicio de una desescalada en la tensi¨®n comercial entre la UE y EE UU, agravada de manera inquietante durante el mandato de Donald Trump. La primera reuni¨®n en Bruselas no ha logrado desmantelar a¨²n los aranceles introducidos por el anterior presidente para proteger a la industria del acero y del aluminio de la supuesta competencia desleal de los productores europeos. Pero, momentos antes de comenzar la cumbre, Biden dej¨® clara su posici¨®n: ¡°tengo una visi¨®n muy diferente de mi predecesor¡±, dijo.
La presencia del nuevo inquilino de la Casa Blanca garantiza que, salvo contratiempos imprevistos, la guerra arancelaria ya no ir¨¢ a m¨¢s. Pero eso no basta. Bruselas y, sobre todo, Washington deben allanar ahora el camino para la retirada de todos los aranceles punitivos introducidos durante la era Trump. El acuerdo sobre Airbus y Boeing debe ser el modelo para la recuperaci¨®n de un espacio comercial libre de trabas innecesarias. Biden debe resistir la tentaci¨®n proteccionista que se ha instalado en EE UU y que anida tanto en dem¨®cratas como en republicanos.
Los ¨²ltimos 70 a?os demuestran que, a pesar de las teor¨ªas de Trump, el libre comercio transatl¨¢ntico ha redundado en beneficio de ambas orillas del Atl¨¢ntico. Se calcula que la inversi¨®n europea en EE UU genera all¨ª m¨¢s de tres millones de puestos de trabajo. Y la estadounidense en suelo europeo, unos 4,8 millones de empleos.
La UE y EE UU suman casi la mitad del PIB mundial y casi un tercio de los flujos comerciales de todo el planeta. La sinton¨ªa pol¨ªtica y econ¨®mica de un bloque de tal magnitud debe explotarse para fijar est¨¢ndares comerciales, sociales o medioambientales que sirvan de referencia para el resto del planeta. El dividendo de la paz comercial entre Bruselas y Washington ser¨¢ as¨ª mucho m¨¢s que un mero desarme arancelario. Puede y debe ser la recuperaci¨®n de un multilateralismo que Trump dej¨® tambaleante.