Una oportunidad que no podemos desaprovechar

Durante m¨¢s de cuatro a?os, Francia, Alemania, Italia y Espa?a hemos trabajado conjuntamente para crear un sistema fiscal internacional adaptado al siglo XXI. En este tiempo, ha habido muchos tira y afloja. Es el momento de llegar a un acuerdo.

La puesta en marcha de este sistema fiscal internacional m¨¢s justo y eficiente ya era una prioridad antes de la actual crisis econ¨®mica, y lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s cuando salgamos de ella.

?Por qu¨¦?

En primer lugar, porque la crisis ha favorecido a las grandes empresas digitales, cuyos beneficios se han disparado hasta niveles no vistos en otros sectores de la econom¨ªa. Entonces, ?por qu¨¦ las empresas m¨¢s rentables no pagan un porcentaje de impuestos justo?

El hecho de que operen en internet no quiere decir que no tengan que pagar impuestos en aquellos pa¨ªses en los que est¨¢n presentes y en los que se generan sus beneficios. Hist¨®ricamente, la presencia f¨ªsica ha sido la base de nuestro sistema fiscal. Esta base tiene que ir adapt¨¢ndose a medida que nuestra econom¨ªa se desplaza hacia internet. Estas empresas, igual que las dem¨¢s, tienen que pagar unos impuestos justos, acordes con su ¨¦xito, para financiar los bienes p¨²blicos.

En segundo lugar, porque la crisis ha acentuado las desigualdades. Es urgente poner en marcha un sistema fiscal internacional eficiente y justo.

En la actualidad, las multinacionales pueden evitar el impuesto de sociedades desplazando sus beneficios a otros pa¨ªses, y eso es algo que la opini¨®n p¨²blica no va a seguir aceptando.

El dumping fiscal no puede ser una opci¨®n en Europa ni en ning¨²n pa¨ªs del mundo. Esta pr¨¢ctica solo llevar¨ªa a una ca¨ªda a¨²n mayor de la recaudaci¨®n del impuesto sobre sociedades, m¨¢s desigualdad y la imposibilidad de financiar los servicios p¨²blicos b¨¢sicos.

En tercer lugar, porque necesitamos recuperar el consenso internacional en grandes asuntos globales.

La OCDE, con el apoyo de nuestros pa¨ªses, ha estado haciendo un trabajo excepcional en el ¨¢mbito de la fiscalidad internacional a lo largo de muchos a?os.

La OCDE ha puesto sobre la mesa propuestas equilibradas en ambas cuestiones: el impuesto a los beneficios de las multinacionales m¨¢s rentables, sobre todo, de los gigantes digitales (Pilar I) y el impuesto m¨ªnimo (Pilar II). Podemos seguir avanzando en esta l¨ªnea. Por primera vez desde hace d¨¦cadas, se nos presenta la oportunidad de lograr un acuerdo hist¨®rico para un nuevo sistema fiscal internacional que incluya a todos los pa¨ªses del mundo.

Un acuerdo multilateral en este sentido indicar¨ªa el compromiso de trabajar juntos en los asuntos de mayor trascendencia global.

Con la nueva administraci¨®n Biden ya no existe la amenaza de un veto a este nuevo sistema fiscal internacional. La nueva propuesta de EE UU sobre un impuesto m¨ªnimo global de sociedades es un paso importante que va en la misma direcci¨®n que la planteada inicialmente por nuestros pa¨ªses y liderada despu¨¦s por la OCDE. El compromiso de un tipo efectivo m¨ªnimo de al menos el 15% es un buen punto de partida.

Por ello, nos comprometemos a fijar una posici¨®n com¨²n sobre un nuevo sistema fiscal internacional en la cumbre de ministros de Econom¨ªa y Finanzas del G-7 que se celebrar¨¢ este viernes en Londres. Estamos seguros de que esto nos dar¨¢ el impulso necesario para lograr un acuerdo global en la cumbre del G-20 que tendr¨¢ lugar en Venecia en el mes de julio. Podemos hacerlo. Hag¨¢moslo realidad. Se lo debemos a nuestros ciudadanos.

Nadia Calvi?o es vicepresidenta y ministra de Asuntos Econ¨®micos y Transformaci¨®n Digital; Daniele Franco, ministro de Econom¨ªa y Finanzas de Italia; Bruno Le Maire, ministro de Econom¨ªa, Finanzas y de la Recuperaci¨®n de Francia, y Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas de Alemania.