La UE y EE UU pactan el fin del conflicto Airbus-Boeing tras 17 a?os de disputa

Estados Unidos y la Uni¨®n Europea han logrado este martes el mayor avance para restaurar la confianza entre ambos bloques quebrada durante la era de Donald Trump. Bruselas y Washington han anunciado un acuerdo para poner fin a su larga disputa en torno a las subvenciones de los fabricantes de aeronaves Airbus y Boeing, el primer pacto de calado que marca negro sobre blanco la apertura de una nueva etapa m¨¢s all¨¢ de las buenas palabras. Las partes han consensuado dejar en suspenso durante cinco a?os los aranceles que se hab¨ªan cruzado como consecuencia de este conflicto, por un valor de 10.300 millones. Entre estos, est¨¢n los que penalizaban las ventas a EE UU de productos espa?oles como el vino o el aceite de oliva.

El acuerdo, fraguado en el marco de la primera cumbre bilateral entre el presidente Joe Biden, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, muestra el cambio de rumbo de Washington, que apuesta por suavizar su frente comercial con los socios al otro lado del Atl¨¢ntico con el fin de hacer un frente com¨²n ante la competencia desleal del r¨¦gimen autoritario chino.

¡°Estados Unidos est¨¢ de vuelta, quiz¨¢ nunca nos fuimos del todo¡±, se?alaba Biden ante la prensa momentos antes de empezar la cumbre. El mandatario ha destacado la buena sinton¨ªa con la OTAN y la UE, marcando distancias con el anterior presidente de EE UU, Donald Trump, de forma expl¨ªcita. ¡°Tengo una visi¨®n muy diferente a la de mi predecesor¡±, ha asegurado Biden, a lo que la jefa del Ejecutivo comunitario ha respondido: ¡°Los ¨²ltimos cuatro a?os no han sido f¨¢ciles¡±. ¡°Nos alegra mucho que EE UU est¨¦ de vuelta¡±, celebr¨® Michel, quien asegur¨® que este primer encuentro es solo ¡°el punto de partida¡± para una intensificaci¨®n de las relaciones.

La embajadora Katherine Tai, alta representante de Estados Unidos para el comercio, explic¨® en una llamada a la prensa que este tipo de pacto representa ¡°el modelo¡± que Estados Unidos usar¨¢ ¡°en otros retos que plantea China y otras competencias que no siguen el [modelo] de [libre] mercado¡±. Los grav¨¢menes ya se hab¨ªan quedado congelados durante cuatro meses el pasado marzo, una primera indicaci¨®n de cambio de ciclo con el dem¨®crata en la Casa Blanca, mientras las partes negociaban.

La disputa de la industria aeron¨¢utica comenz¨® en 2004 con una serie de denuncias cruzadas por los subss otorgados por ambos bloques a sus principales fabricantes de aviones. Washington se ape¨® de un pacto de ayudas para el sector y demand¨® a la UE ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC), alegando que Airbus hab¨ªa recibido subvenciones de los Gobiernos europeos.

La UE respondi¨® con una denuncia a los incentivos fiscales que EE UU hab¨ªa aplicado a Boeing. La OMC los declar¨® ilegales en ambos casos, de modo que en 2019 dio luz verde a la Administraci¨®n estadounidense para aplicar represalias sobre productos de la UE por valor de 6.900 millones de euros y en 2020 permiti¨® que los Veintisiete aprobasen su propia ronda por valor de 3.400 millones sobre las ventas estadounidenses.

El castigo afect¨® a numerosas actividades, incluida la producci¨®n vin¨ªcola y de c¨ªtricos en Espa?a. Bruselas calcula que las empresas europeas y estadounidenses han pagado en total unos 3.000 millones de euros en aranceles como consecuencia de las represalias.

La cumbre bilateral de la UE y EE UU de este martes es el primer intento para enterrar el hacha de guerra comercial que Donald Trump blandi¨® durante cuatro a?os. La cita llega apenas seis meses despu¨¦s de que Joe Biden tomara el relevo de la presidencia estadounidense y marca el inicio de un mejor entendimiento entre Bruselas y Washington, aunque lejos del sue?o de un gran acuerdo transatl¨¢ntico de libre comercio como el que se negoci¨® con la Administraci¨®n de Obama y que nunca lleg¨® a buen puerto. Ambas partes se conforman ahora con pactos sectoriales, sobre todo en el ¨¢rea de est¨¢ndares tecnol¨®gicos para marcar el terreno a China.

En esa reuni¨®n tambi¨¦n se ha intentado, aunque sin ¨¦xito inmediato, poner fin a la guerra arancelaria desatada por Trump para proteger al sector del acero y del aluminio estadounidense, presuntamente golpeado por la competencia desleal de otros pa¨ªses, entre ellos los europeos. En ese terreno, la disputa parece m¨¢s alejada de la resoluci¨®n, por la resistencia de la delegaci¨®n de Biden a aceptar un compromiso firme con la retirada de los grav¨¢menes adoptados durante la pasada presidencia. Por lo tanto, ambos sectores se han quedado fuera del acuerdo entre la UE y EE UU.

Industrias ¡°neur¨¢lgicas¡±

Las conclusiones de la cumbre se?alan que aprovechar¨¢n el modelo del acuerdo sobre el sector aeron¨¢utico para intentar resolver el resto de disputas. El texto indica: ¡°Nos involucraremos en negociaciones para permitir la resoluci¨®n de las diferencias existentes sobre medidas en acero y aluminio antes de fin de a?o¡±.

Bruselas deseaba una formulaci¨®n m¨¢s concreta, como en el caso de Airbus-Boeing. Pero el equipo de Biden se ha resistido, al menos en los contactos previos a la cumbre, a aceptar un plazo demasiado concreto dado que la retirada de los aranceles puede tener repercusiones en las urnas en los Estados donde radican esas industrias, un coste temible de cara a las citas electorales de 2022, en las que Trump espera volver a la carga.

Aun as¨ª, Von der Leyen ha vaticinado: ¡°Avanzaremos r¨¢pido¡± en la negociaci¨®n. Y ha recordado que la decisi¨®n de suspender las represalias europeas durante seis meses ¡°da un margen de tiempo para encontrar un acuerdo¡± sin que se produzca una escalada de aranceles.

Los avances ser¨¢n m¨¢s fluidos en lo que tanto Bruselas como Washington califican como ¡°el arranque de una agenda positiva y el establecimiento de una plataforma efectiva para la cooperaci¨®n¡±. El primer fruto tangible del nuevo entendimiento ser¨¢ la creaci¨®n de un foro de alto nivel, bautizado como Consejo de Comercio y Tecnolog¨ªa UE-EE UU, dedicado a impulsar el comercio y la inversi¨®n transatl¨¢ntica.

El nuevo Consejo se encargar¨¢ de limar las posibles barreras comerciales y allanar¨¢ el camino para un alineamiento de las pol¨ªticas de ambos lados del Atl¨¢ntico en el sector digital. La colaboraci¨®n tambi¨¦n se centrar¨¢ en garantizar la seguridad y fiabilidad de las cadenas de suministro en el sector tecnol¨®gico para evitar la excesiva dependencia de terceros pa¨ªses y la repentina carencia de alg¨²n suministro esencial, como ha ocurrido durante la pandemia con los microchips.