Calor sin precedentes
Las temperaturas extremas en Canad¨¢ y EE UU recuerdan la necesidad de actuar con urgencia contra el cambio clim¨¢tico
Las temperaturas extremas que se alcanzan estos d¨ªas en el oeste de Canad¨¢ y EE UU nos recuerdan la emergencia global que supone el cambio clim¨¢tico y la necesidad imperiosa de avanzar en medidas contundentes y m¨¢s r¨¢pidas para frenarlo cuanto antes. En ciudades estadounidenses como Portland y Seattle se han alcanzado temperaturas muy superiores a los 40 grados, siendo en muchos casos las m¨¢s altas registradas desde que hay archivos. En Canad¨¢ se ha batido el r¨¦cord nacional de calor, situado hasta el momento en 45 grados, al registrarse 47,9 grados en Lytton (Vancouver). Las im¨¢genes de colegios, comercios y centros de vacunaci¨®n cerrados, de ciudadanos refugiados bajo las fuentes o en centros habilitados con aire acondicionado para protegerse de este calor sin precedentes son in¨¦ditas.
La alerta ha generado la respuesta inmediata de las autoridades ¡ªJoe Biden ha convocado una reuni¨®n extraordinaria de ministros, gobernadores y sector privado en la Casa Blanca ante el peligro de la extensi¨®n de los incendios forestales, que ya est¨¢n superando los del a?o pasado¡ª, pero debe contribuir sobre todo a concienciar a ciudadanos y gobiernos de todo el mundo de la necesidad de avanzar hacia el cumplimiento de los compromisos alcanzados. D¨¦cadas de detallados estudios cient¨ªficos as¨ª lo hab¨ªan advertido hasta la saciedad. Ahora, cada vez m¨¢s, los fen¨®menos extremos recuerdan a la comunidad internacional el descontrol de temperaturas y sucesos meteorol¨®gicos que est¨¢n extendiendo los incendios, derritiendo glaciares, multiplicando deslizamientos en muy diversas zonas, elevando el calor del planeta en general y generando corrientes de agua en los oc¨¦anos y de aire que est¨¢n transformando las pautas hist¨®ricas del clima.
Los pasos atr¨¢s que dio Trump no ayudaron. Con Biden, EE UU ha vuelto al Acuerdo de Par¨ªs, el marco de lucha en el que Canad¨¢, la UE, China y otras potencias se han comprometido a frenar el calentamiento. Pero el mundo ha perdido una d¨¦cada en este combate, ya que la cuota de energ¨ªa generada por combustibles f¨®siles no ha variado en los ¨²ltimos 10 a?os, seg¨²n un reciente informe del grupo de an¨¢lisis REN21. Las renovables han aumentado, pero la demanda creciente de energ¨ªa ha impedido aminorar el uso de las que emiten gases de efecto invernadero. Acontecimientos como los de estos d¨ªas en Canad¨¢ y EE UU nos recuerdan, sobre todo, que la emergencia es acuciante y que el cambio clim¨¢tico est¨¢ ya aporreando cada d¨ªa nuestra puerta. La ONU record¨® ayer que estas temperaturas amenazan seriamente la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente. Despreocuparse de ello no es solo irresponsable, sino que nos pasar¨¢ factura.
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