El terrible a?o preelectoral en Colombia

En Colombia parece una tradici¨®n y el a?o 2021 no fue la excepci¨®n: la violencia procesa la pol¨ªtica o, lo que es lo mismo, la violencia es una forma m¨¢s de competencia pol¨ªtica. Casi todos los analistas lo hab¨ªan vaticinado, el 2021 por ser un a?o preelectoral ser¨ªa bastante violento. Tambi¨¦n, muchos coincid¨ªan en que desde el segundo semestre la situaci¨®n ser¨ªa aun m¨¢s complicada. Y todo parece indicar que no estaban equivocados.

El mes de junio arranc¨® con niveles de violencia dram¨¢ticos en todo el pa¨ªs: un carro bomba en una guarnici¨®n militar en C¨²cuta, asesinatos de l¨ªderes sociales, un atentado al presidente Iv¨¢n Duque cuando le dispararon al helic¨®ptero en el que viajaba. Cada d¨ªa que pasa la situaci¨®n parece empeorar. Por ejemplo, en las ¨²ltimas horas se presentaron varias masacres en el pa¨ªs. Una, al sur, en el departamento del Caquet¨¢. Otra, al norte, en el departamento del C¨¦sar. Y en medio de esto asesinaron una excombatiente de la extinta guerrilla de las FARC. Esto ocurre cuando se vive en p¨¢nico generado por los descuartizamientos y decapitaciones presentados la semana pasada en el departamento del Valle del Cauca.

La pregunta que ronda a la ciudadan¨ªa y a expertos es si existe una conexi¨®n entre todos estos hechos de violencia, o qu¨¦ tanto tienen que ver con las manifestaciones que estallaron en el pa¨ªs hace dos meses. La respuesta no es sencilla, eso lo determinar¨¢n las investigaciones. Sin embargo, el impacto es demoledor y hay zonas del pa¨ªs que est¨¢n llenas de p¨¢nico. Aunque la ¨²ltima palabra la tendr¨¢n las investigaciones, muchos creen que esto s¨ª tiene que ver con las manifestaciones y el paro nacional, por lo tanto hay miedo en muchos sectores de la sociedad de continuar con las movilizaciones.

Todo parece indicar que este segundo semestre de 2021, y al menos el primer semestre de 2022, estar¨¢n pasados por sangre. Como se sabe, Colombia est¨¢ a poco m¨¢s de ocho meses de las elecciones al Congreso de la Rep¨²blica y de las primarias o consultas interpartidistas, y a menos de un a?o de la primera y segunda vuelta presidencial que se dar¨¢n en mayo y junio de 2022. Los mayores temores sobre los niveles de violencia recaen sobre tres aspectos.

Por un lado, la victimizaci¨®n a l¨ªderes y lideresas sociales. Una tragedia de muchos a?os en Colombia y que no se ha logrado detener. B¨¢sicamente, seg¨²n organizaciones sociales, cada cuatro d¨ªas asesinan a un l¨ªder social en Colombia. En ¨¦pocas electorales la situaci¨®n es dram¨¢tica. El segundo aspecto son los ataques terroristas con la finalidad de sembrar el caos y hacer del miedo un instrumento pol¨ªtico. El tema en este punto es que, en Colombia, durante la Administraci¨®n de Iv¨¢n Duque, hay un cuadro generalizado de deterioro de la seguridad que incluye el fortalecimiento de las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC, de la guerrilla del ELN y de los grupos paramilitares como el Clan del Golfo. Hay zonas del pa¨ªs donde el crecimiento es, literalmente, exponencial. Todo esto, en medio de un boom de las econom¨ªas ilegales.

El tercer punto es el miedo a que comience una violencia selectiva contra los manifestantes y las personas que participaron en el paro nacional. Todav¨ªa esto no est¨¢ claro, pero hay fen¨®menos de paramilitarismo sicarial en ciudades como Cali y Pereira que hacen pensar que este escenario no est¨¢ lejos. Esto se podr¨ªa detener, pero depende de la judicializaci¨®n de estas personas. Sin embargo, y a pesar de los videos de civiles al lado de polic¨ªas dispar¨¢ndole a manifestantes, la impunidad es total. En fin, es un cuadro de deterioro de la seguridad, en medio de niveles de impunidad incre¨ªbles y, sobre todo, en un a?o preelectoral.

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