La implosi¨®n de las fuerzas alternativas en Colombia

Colombia est¨¢ a punto de ver el mayor cambio pol¨ªtico en la historia del pa¨ªs. El establecimiento colombiano que ha gobernado por d¨¦cadas se encuentra en una crisis pol¨ªtica sin precedentes: desprestigiados, sin candidatos y acusados de corrupci¨®n. La derecha radical ha llevado a Colombia a una de las peores crisis en las ¨²ltimas d¨¦cadas, por lo que sus posibilidades de reelecci¨®n son bajas. Es tan grande la crisis que la derecha a¨²n no tiene perfiles de candidatos viables. Carlos Holmes Trujillo muri¨® de covid-19 y la vicepresidenta Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez declin¨® su aspiraci¨®n ante lo complicado del panorama. A¨²n siendo tercera en las encuestas, las proyecciones eran totalmente negativas. Es tal el nivel de la pulverizaci¨®n de la derecha que todo tipo de personas anuncian precandidaturas, algunas verdaderamente disparatadas.

Adem¨¢s, hay una sociedad politizada. El surgimiento de movimientos juveniles deja ver la posibilidad de una asistencia masiva de los j¨®venes a las urnas el pr¨®ximo marzo, cuando se den las elecciones al Congreso de la Rep¨²blica y luego, en mayo y junio, para la primera y segunda vuelta presidencial. La gran mayor¨ªa de estos j¨®venes no van a votar por el establecimiento y el statu quo. Van a votar a las opciones pol¨ªticas que promuevan el cambio. El remes¨®n podr¨ªa ser incre¨ªble.

Nunca las fuerzas alternativas estuvieron tan cerca de la presidencia y de cambiar el congreso como en la actualidad. Se tendr¨ªan que cometer muchos errores para que los alternativos no lograran, al menos, 40 senadores, y para que no ganen la presidencia. El problema es que todos esos errores se est¨¢n cometiendo. Son muchos, pero mencionar¨¦ al menos cuatro de ellos.

1. La pelea entre petristas y fajardistas no hace otra cosa que imposibilitar una coalici¨®n para la segunda vuelta entre los alternativos. M¨¢s exactamente, la pelea es entre petristas y miembros del partido Alianza Verde. La coalici¨®n en segunda vuelta incluso deber¨¢ contener, seguramente, a un sector del Partido Liberal y algunos pol¨ªticos regionales tradicionales para lograr la Presidencia. Sin una coalici¨®n de este tipo ser¨¢ imposible que las fuerzas progresistas pongan presidente. Hoy por hoy las relaciones est¨¢n totalmente rotas entre los verdes y el Pacto Hist¨®rico.

2. La implosi¨®n del partido Alianza Verde. En las elecciones locales de 2019 logr¨® vencer, alcanz¨® las alcald¨ªas de Bogot¨¢ y Cali, se ve¨ªa como la fuerza m¨¢s importante de oposici¨®n. Pero los errores que ha cometido podr¨ªan reducir incluso su n¨²mero de congresistas, en lugar de aumentar. Se inventaron una consulta interna que se denomin¨® el tiempo verde. Dicha consulta se hace entre unos buenos pol¨ªticos, pero desconocidos ante la mayor¨ªa de los colombianos. Esto ha llevado a que una serie de figuras pol¨ªticas que quer¨ªan entrar a este partido est¨¦n en retirada. La Coalici¨®n de la Esperanza cada d¨ªa se aleja m¨¢s de la Alianza Verde. Esto a su vez puede llevar a una ruptura en la intensi¨®n de una lista ¨²nica al congreso y podr¨ªan surgir hasta tres: la de los verdes, la de Dignidad y, posiblemente, la del Nuevo Liberalismo. No se debe olvidar que a estos ¨²ltimos les podr¨ªan entregar la personar¨ªa jur¨ªdica en los pr¨®ximos d¨ªas. Estos niveles de fragmentaci¨®n del voto los demoler¨¢. Es probable que alguno de ellos ni siquiera pase el umbral.

3. El Pacto Hist¨®rico que congrega al petrismo tiene dos caras. Una es la de la dirigencia del movimiento que entiende la necesidad de alianzas y de realizar pactos. Otra cara son los militantes, quienes con su radicalismo lo que hacen es promover que sus posibles aliados salgan espantados ante los ataques y posiciones de estas personas. El comentario com¨²n entre los analistas es que el problema no es Gustavo Petro sino el petrismo.

4. En el petrismo o Pacto Hist¨®rico est¨¢n pensando en cometer uno de los errores m¨¢s grandes en pol¨ªtica electoral: cerrar las listas a Congreso de la Rep¨²blica. Con ello, garantizan la lealtad de los elegidos a los jefes del partido, promueven nombres que bajo ninguna otra circunstancia podr¨ªan ser electos o electas. Pero alejan a personas con votos de opini¨®n o que quieren promover sus procesos pol¨ªticos. Miles de votos se ir¨ªan para otros partidos.