Estenosis

Incluso para un no creyente, resulta raro escuchar noticias relacionadas con los intestinos del Papa. Es el precio de tener c¨¢maras o micr¨®fonos en todas partes. Las c¨¢maras y los micr¨®fonos registran lo que sucede y lo que no sucede. Si Francisco desapareciera de la vida p¨²blica durante una semana, su vac¨ªo resultar¨ªa tan escandaloso que no tendr¨ªan m¨¢s remedio que explicar la ausencia. Y tendr¨ªan que hacerlo diciendo la verdad, pues tarde o temprano se conocer¨ªa. Ahora sabemos que el Papa tiene colon y recto y que parte del primero le ha sido extirpado para evitar males mayores.

Preferir¨ªa no haberme enterado. No s¨¦ si la pol¨ªtica de transparencia del Vaticano debe llegar al aparato digestivo del Sumo Pont¨ªfice. No me habr¨ªa afectado leer que al Papa le han hecho dos implantes dentales, por ejemplo. O que le han operado de cataratas. Las cataratas me parecen inocentes tambi¨¦n. De hecho, nos acabamos de enterar de que se las quit¨® hace tiempo, aunque no nos lo hab¨ªan comunicado porque el posoperatorio fue muy corto. Y es que hay debilidades de la edad m¨¢s tolerables que otras, sobre todo en un l¨ªder espiritual. Las v¨ªsceras, las v¨ªsceras¡­ Las v¨ªsceras, no s¨¦.

Estoy seguro de que algunos de los Papas que he conocido habr¨¢n pasado por el quir¨®fano para sobreponerse a enfermedades especialmente ¨¢speras, pues todos han sido humanos. Pero no nos enter¨¢bamos de ello los fieles ni los infieles, de modo que tales intervenciones no afectaban a la m¨ªstica del personaje. Pienso en el gesto de mis padres si levantaran la cabeza y escucharan por la tele que el vicario de Cristo ha sido operado de una estenosis diverticular sintom¨¢tica. Le duele a mi agnosticismo, no quiero imaginar el da?o que har¨ªa a su creencia.