?Viva Hungr¨ªa?
Dirigentes como Orb¨¢n saben que una manera de afianzarse en el poder es explotar el fil¨®n de los prejuicios y fomentar la hostilidad hacia un amenazante ¡°ellos¡±
La violencia es un lenguaje simple que no precisa de argumentos, figuras ret¨®ricas o matices. Seg¨²n su grado de intensidad, a veces es un insulto a bocajarro, otras un tuit denigrante, una risa despectiva, un dedo que se?ala, una patada en la cabeza, un linchamiento mortal. ?En qu¨¦ se sustenta? En el clima de agresividad tolerado, en el silencio c¨®mplice y en los prejuicios, dif¨ªciles de arrancar como la mala hierba entre las piedras. Se da en solitario, pero su h¨¢bitat preferido es el grupo. Lo escribi¨® Ch¨¦jov: el amor, la amistad y el respeto no unen tanto como el odio compartido. Y para que se desate, no se necesita una provocaci¨®n. Basta con que un joven de 24 a?os salga a celebrar la vida una noche de verano y, en un gesto espont¨¢neo, alce el m¨®vil para hablar con una amiga. ¡°?Maric¨®n de qu¨¦?¡±, respondi¨® Samuel Luiz a los insultos de unos desconocidos sin saber lo que se le ven¨ªa encima. En pocos minutos sus ejecutores descargaron contra ¨¦l toda su inhumanidad.
El asesinato de Samuel ha coincidido con la oposici¨®n frontal de la UE a la ley hom¨®foba del primer ministro h¨²ngaro (Rusia aprob¨® una similar en 2013) que vincula homosexualidad con pedofilia. Algunos pa¨ªses que armonizaron sus legislaciones con la protecci¨®n de derechos y libertades que exig¨ªa su entrada en la UE est¨¢n desandando el camino. Dirigentes como Orb¨¢n, caballo de Troya de la derecha populista, saben que una manera de afianzarse en el poder es explotar el fil¨®n de los prejuicios y fomentar la hostilidad hacia un amenazante ¡°ellos¡±: miedos y prejuicios se alojan en la misma ¨¢rea del cerebro. Se erigen en defensores de una realidad homog¨¦nea que no existe, un mundo sin feministas, extranjeros, homosexuales, etc. Afirman que buscan proteger a la infancia, cuando suprimen lo m¨¢s genuino de la vida: la diversidad. Dec¨ªa Hannah Arendt que es inevitable tener prejuicios, pues su ausencia total nos exigir¨ªa una vigilancia sobrehumana, pero que es tarea de la pol¨ªtica esclarecerlos y disiparlos. Justo lo contrario de lo que han hecho quienes han jaleado en las redes la democracia iliberal de Orb¨¢n con la etiqueta #VivaHungr¨ªa. Como apunta el polit¨®logo Cas Mudde, el euroesc¨¦ptico Orb¨¢n no quiere salir de la UE, sino transformarla en la imagen de su pa¨ªs. ?Viva Hungr¨ªa? S¨ª, por supuesto. La de Magda Szab¨®, Imre Kert¨¦sz¡
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