Soy Cuba
Tarde o temprano los cubanos dejar¨¢n de estar atrapados en la excepcionalidad impuesta por el embargo y el aislacionismo t¨¢ctico del partido ¨²nico
Como los Pontiac que a¨²n circulan por las calles de La Habana, el r¨¦gimen cubano sigue fiel a su empe?o de perdurar, aunque del original quede solo la carrocer¨ªa y su motor traquetee con piezas de recambio. Las arengas para resistir y la disyuntiva necr¨®fila ¡°Patria o muerte¡± crepitan en el o¨ªdo como un viejo vinilo de Benny Mor¨¦. En el Malec¨®n, las notas de aquel bolero suyo, el que dice que tras ¡°veinte desenga?os qu¨¦ importa uno m¨¢s¡±, han dado paso al reguet¨®n de los nietos y bisnietos de la utop¨ªa, que viven su propio Periodo Especial con una econom¨ªa en ca¨ªda libre desde antes de la pandemia, dependiente de las importaciones y sin el ¨²ltimo cartucho del turismo. El terru?o caribe?o sigue varado en una transici¨®n permanente que se conjuga en gerundio. ¡°Aqu¨ª, durando¡±, respond¨ªa un viejo estudioso cubano cuando le preguntaban por su salud, recoge Iv¨¢n de la Nuez en su sagaz Cubantrop¨ªa (Perif¨¦rica, 2020). M¨¢s tarde, en los 90, a la misma pregunta, a?ade el ensayista, se contestaba ¡°aqu¨ª, escapando¡±. Y desde que en 2018 llegara el 3G, por qu¨¦ no: ¡°aqu¨ª, navegando¡±. El uso de los datos m¨®viles ha acercado a la nueva generaci¨®n a ese d¨ªa ¡°que viene llegando¡±, porque tarde o temprano (nada es eterno) dejar¨¢n de estar atrapados en la excepcionalidad impuesta por el embargo, el aislacionismo t¨¢ctico del partido ¨²nico y ese pegajoso almizcle de la nostalgia de lo ajeno que atrae a turistas consumidores de cubanidad.
En la pel¨ªcula cubano-sovi¨¦tica Soy Cuba (1964), prodigio t¨¦cnico y estil¨ªstico en homenaje a la revoluci¨®n cubana, rodada poco despu¨¦s de la invasi¨®n de bah¨ªa de Cochinos, la voz femenina en off que encarna a la isla interpela al visitante: para ti soy hoteles, casinos y diversi¨®n, pero tambi¨¦n soy la miseria en las manos vac¨ªas de ni?os y ancianos. Sus largos planos secuencia, sin cortes, parecen haber inspirado el reciente lema del partido comunista ¡°Somos continuidad¡± (convertido en hashtag). Casi seis d¨¦cadas despu¨¦s, son cubanos descontentos quienes toman planos de las largas colas para conseguir medicinas, tabaco o pollo importado, as¨ª como de los cortes de luz y las in¨¦ditas protestas en las calles. Los cuelgan en Internet como diciendo: ¡°soy Cuba en 2021¡±. El apag¨®n digital como reacci¨®n gubernamental habla por s¨ª solo. Al final del largometraje de Kalat¨®zov, la narradora le dice a un campesino: disparas contra el pasado para defender el porvenir. En plena temporada de huracanes, D¨ªaz-Canel hace lo contrario.
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