Constitucionalidad
Ante el grave problema catal¨¢n, no se ¡°dialogar¨¢¡± en sede parlamentaria, sino en una comisi¨®n bilateral, casi entre soberan¨ªas
Hace una semana falleci¨® Otelo Saraiva de Carvalho, art¨ªfice de la Revoluci¨®n de los Claveles. Fue un momento excepcional de movilizaci¨®n popular en que Portugal se convirti¨® en la terra da fraternidade donde hab¨ªa em cada rosto igualdade, prometida en Grandola vila morena, el himno insurreccional. Dur¨® poco, se sucedieron los vaivenes pol¨ªtico-militares, y el pa¨ªs estuvo a punto de perderlo todo. Ello sirvi¨® de lecci¨®n para el inminente cambio pol¨ªtico espa?ol: a la democracia hab¨ªa que ir por la democracia.
Casi medio siglo despu¨¦s, las cosas han cambiado, y mientras el r¨¦gimen constitucional es estable en Lisboa, la Constituci¨®n de 1978 es aqu¨ª zarandeada. Hasta el punto de que la ataca parte del Gobierno y su propio presidente ha iniciado una singladura en que la implementaci¨®n de su pol¨ªtica no es anticonstitucional, pero se sit¨²a al margen de los ¨®rganos y la letra de la Constituci¨®n. Dir¨ªamos que es a-constitucional y que se orienta siempre a acrecer su margen de decisi¨®n.
Ante el grave problema catal¨¢n, no se ¡°dialogar¨¢¡± en sede parlamentaria, sino en una comisi¨®n bilateral, casi entre soberan¨ªas. Los decretos ley permiten saltar sobre el debate en el Congreso. El Senado no funciona como c¨¢mara territorial y S¨¢nchez pone en marcha una Conferencia de Presidentes, que maneja a su antojo, subvencionando a uno por acudir y pasando a resolver el tema econ¨®mico con la comunidad ausente ¡ªque visita Waterloo y no Salamanca¡ª, con la consiguiente sospecha (confirmada) de trato privilegiado. Por fin, en cuanto a esa interminable pandemia que oscurece ¡°los avances¡± de su pol¨ªtica, es omitida la impotencia para frenar la quinta ola, desde la inventada ¡°cogobernanza¡±. Para esquivar responsabilidades, el Gobierno no proporcion¨® una normativa que le vinculara con el protagonismo adjudicado a las comunidades, sin el necesario respaldo legal.
Todo se resuelve con el buen ¨¦xito de la vacunaci¨®n, dejando aparte la explosi¨®n del virus; con anunciar un reparto de fondos ¡°multinivel¡±, sin visi¨®n de conjunto previa, y con cargar las culpas de todo sobre una derecha que protesta carente de ideas. Y nada augura que el reparto del man¨¢ europeo lleve a S¨¢nchez a encajar relaciones interterritoriales y Constituci¨®n (art.138). Cabe temer que intente someterlas a unos criterios de preferencia derivados de su apoyo o no al Gobierno, m¨¢s un fuerte plus para Catalu?a, que le permitan proclamar el ¨¦xito en su gesti¨®n. Madrid ser¨¢ declarada culpable, olvidando la gran desigualdad que provoca el falso c¨¢lculo del cupo vasco.
El tema generar¨¢ conflictos, la negociaci¨®n con el muro catal¨¢n no ofrece salidas constitucionales y por muchas que sean las cortinas de humo utilizadas por S¨¢nchez y su coro de fieles, fue nulo ante la quinta ola. La ¡°aconstitucionalidad¡± sobrevivir¨¢ hasta 2023. El PP ayuda.
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