Educaci¨®n con perspectiva
Tener en cuenta el g¨¦nero en educaci¨®n implica abordar problemas particulares que afectan en diferente medida a un n¨²mero significativo de ni?as y de ni?os
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En 1948, la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos de la ONU consagr¨® la educaci¨®n como un derecho que debe ser gratuito y de igual acceso para todos con el fin de favorecer el desarrollo pleno de la personalidad humana. Desde un contexto de igualdad de oportunidades, la educaci¨®n se convierte en una poderosa herramienta para mejorar la situaci¨®n de menores y adultos marginados, apartarlos de la pobreza e integrarlos en la sociedad.
Reconocido el papel transformador de la escuela, que convive con su funci¨®n de transmisora de los valores sociales, no es extra?o que la educaci¨®n sea de las pol¨ªticas p¨²blicas que m¨¢s inter¨¦s y debates suscite. Lamentablemente, la intensidad acalorada de estos huye de la sustancia y se detiene en cuestiones menores, incluso inexistentes, convirtiendo el educativo en un escenario m¨¢s de trifulcas partidistas huecas. El ¨²ltimo episodio lo han protagonizado las matem¨¢ticas de primaria tras la filtraci¨®n del borrador del curr¨ªculo que prepara el Gobierno y ha centrado la cr¨ªtica en dos aspectos: la aceptaci¨®n del error como parte del aprendizaje y el abordaje de la ense?anza de esta materia desde una perspectiva de g¨¦nero.
Respecto a la tolerancia de los errores, el objetivo es gestionar la frustraci¨®n de modo que una equivocaci¨®n no se convierta en des¨¢nimo o p¨¦rdida de confianza que a su vez se transforme en freno educativo. Resulta curioso que quienes m¨¢s se llevan las manos a la cabeza sean aquellos que se entusiasman con las bondades del coaching para emprendedores, rituales de autoayuda que ta?en un canto ¨¦pico de la conversi¨®n del fracaso en oportunidad inspiradora para ganar. ?Por qu¨¦ entender aqu¨ª la gesti¨®n del error como una oda a la mediocridad y obviar que la secuencia ensayo error es la base del avance cient¨ªfico y el aprendizaje, un proceso din¨¢mico?
En cuanto a la perspectiva de g¨¦nero, el prejuicio lleva a la ridiculizaci¨®n autom¨¢tica. ¡°?Si matem¨¢ticas es nombre femenino!¡±. ¡°Matem¨¢ticas y matem¨¢tiques¡±. ¡°Claro, es que dos m¨¢s dos son cuatro, pero a lo mejor el dos se siente tres y qui¨¦n es la profesora para coartarlo.¡± Los chistes de escasa gracia y dudoso gusto suponen menos esfuerzo que la reflexi¨®n. O que saber que la introducci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero en la educaci¨®n en general y en matem¨¢ticas en particular es una recomendaci¨®n de la OCDE basada en los resultados del informe PISA de 2015. La Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola la tuvo en cuenta en su Libro Blanco de las Matem¨¢ticas de 2020, que aborda el tema de manera transversal e incluye un ep¨ªgrafe sobre igualdad de g¨¦nero que detecta problemas en el aprendizaje de las ni?as, aventura causas y propone maneras de abordarlas para recortar la brecha educativa. Estudios como el de Jos¨¦ Montalb¨¢n Castilla para Esade EcPol muestran que esta brecha no se corresponde con diferencia de capacidades, sino de grado de confianza, autopercepci¨®n de habilidades y gesti¨®n de la presi¨®n entre ni?as y ni?os, muy ligados a estereotipos y a la construcci¨®n cultural de roles de g¨¦nero.
La respuesta fr¨ªvola viene ligada a la asunci¨®n de que la palabra g¨¦nero busca penalizar a los varones o asume con paternalismo la menor capacidad de las mujeres. Sin embargo, la perspectiva de g¨¦nero en educaci¨®n implica abordar de manera espec¨ªfica problemas particulares que afectan en diferente medida a un n¨²mero significativo de ni?as y de ni?os. Y si para las ni?as supone trabajar la confianza para evitar su desapego y peor rendimiento en matem¨¢ticas, para los ni?os implica centrarse en sus mayores tasas de abandono escolar. Diluir estas desigualdades supone invertir en una sociedad futura m¨¢s igualitaria, donde la diversidad suponga riqueza y no fracturas, frustraciones o brechas heredadas. Frente a la mirada corta, la educaci¨®n, mejor con perspectiva.
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