Grave error en la repatriaci¨®n de menores
La operaci¨®n para devolver a los inmigrantes a Marruecos plantea serias dudas legales
Tuvieron que pasar casi 72 horas para que el Ministerio del Interior ofreciese explicaciones sobre la operaci¨®n sorpresa desplegada en Ceuta para repatriar a unos 700 menores a Marruecos. La espera no ha servido de mucho. Las declaraciones del ministro han arrojado m¨¢s confusi¨®n y han acrecentado las serias dudas de que las devoluciones ¡ª45 hasta la fecha¡ª se atengan a los procedimientos legales. Tanto es as¨ª que un juzgado de Ceuta decidi¨® paralizar una de las tandas de repatriaciones previstas, y el Gobierno de la ciudad aut¨®noma ha puesto en suspenso la operaci¨®n a la espera de los pronunciamientos judiciales.
Resulta chocante que el ministro del Interior reduzca a la categor¨ªa de ¡°disquisiciones t¨¦cnico-jur¨ªdicas¡± los graves reproches a la falta de cobertura legal de la operaci¨®n, provenientes ya no solo de las ONG de ayuda a la infancia, sino de instituciones del Estado como el Defensor del Pueblo y la Fiscal¨ªa. Interior y el Gobierno ceut¨ª esgrimen un convenio con Marruecos de 2007 como base jur¨ªdica para las devoluciones de los menores llegados en el aluvi¨®n alentado por Rabat el pasado mayo. Pero ese documento se muestra taxativo en su art¨ªculo 5.1: las repatriaciones tienen que hacerse ¡°con observancia estricta de la legislaci¨®n espa?ola¡±. Y no menos clara resulta nuestra ley de extranjer¨ªa al establecer que cada caso debe tener un expediente individual, previa audiencia al interesado, a los servicios de menores y a la Fiscal¨ªa.
El ministerio p¨²blico y las ONG sostuvieron desde el principio que esos tr¨¢mites no se hab¨ªan cumplido, algo que ayer reconoci¨® finalmente el Gobierno ceut¨ª: no ha habido expediente administrativo para los menores ni informe previo de la Fiscal¨ªa ni del ¨¢rea de protecci¨®n de la infancia ni se ha escuchado a los chicos. La Fiscal¨ªa de Ceuta incluso ha hecho constar que la ¨²nica argumentaci¨®n jur¨ªdica aportada se reduce a un oficio ¡°sin firma¡± de la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad, dependiente de Interior, que comunica el inicio de las repatriaciones apelando al convenio con Marruecos.
Nadie ha empujado m¨¢s para poner en marcha una operaci¨®n as¨ª que el Gobierno de la ciudad aut¨®noma, al mando del PP. La repentina llegada de centenares de menores, usados por Marruecos como carne de ca?¨®n en su pulso con Espa?a, resulta inasumible para Ceuta, donde llevaban tres meses hacinados en las peores condiciones. Es cierto tambi¨¦n que la soluci¨®n no era f¨¢cil, porque cada vez que el Ejecutivo ha planteado un reparto de ni?os inmigrantes entre las autonom¨ªas ha chocado con un memorial de reparos.
En estas circunstancias, se entiende que tratase de aprovechar el deshielo en las relaciones con Marruecos para proponer un programa de repatriaciones. Pero ese prop¨®sito no lo exim¨ªa de atenerse al procedimiento legal. Algunos de estos menores, seg¨²n las ONG, cuentan historias de explotaci¨®n laboral o matrimonios forzosos que, como m¨ªnimo, deben ser examinadas. Cualquier repatriaci¨®n indiscriminada est¨¢ fuera del derecho espa?ol e internacional. En Ceuta hab¨ªa un problema y las autoridades han querido solucionarlo con una chapuza. Cab¨ªa esperar otro comportamiento y otro trato a esos menores por parte de este Gobierno.
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