Motivos para la esperanza
Los lectores opinan sobre la solidaridad, la industria bancaria y las compa?¨ªas el¨¦ctricas, los botellones y sobre la desaparici¨®n de las cabinas telef¨®nicas
Los talibanes han vuelto al poder en Afganist¨¢n. En Hait¨ª, un nuevo terremoto ha causado la muerte de miles de personas una vez m¨¢s. Los incendios forestales cada vez son m¨¢s frecuentes y violentos. Seguimos padeciendo la pandemia, que no parece terminar. La sensaci¨®n es de tristeza e impotencia, pero, pese a todo, hay motivos para la esperanza: la solidaridad, la ayuda mutua, el pensar en el otro antes que en uno mismo fij¨¢ndonos en lo que une antes de en lo que divide, eso es lo que nos hace evolucionar y progresar. Tenemos la tecnolog¨ªa, los medios y conocimientos necesarios para avanzar, podemos hacerlo y parece inteligente hacerlo sin que se eliminen derechos y libertades, algo que suelen sufrir quienes menos tienen o peor pueden defenderse.
Francisco Goya Santesteban. Sarriguren (Navarra)
La pasta es la pasta
En Espa?a existen dos ¡°¨¢reas de negocio¡± que concitan las iras de sus respectivos usuarios. Por un lado est¨¢ la industria bancaria, que est¨¢ abandonando al cliente. Cada vez hay menos oficinas de atenci¨®n directa, y las que quedan, cada vez tienen las plantillas m¨¢s recortadas. Y no hablemos del abandono de las zonas menos pobladas. Para m¨¢s inri, nos fuerzan al empleo de elementos electr¨®nicos para as¨ª facilitarles los recortes de empleo. Y les da igual si el usuario tiene 20 u 80 a?os, ?todos debemos dominar la inform¨¢tica! Y luego tenemos a los ¡°Se?ores de la Luz¡±. La industria de la energ¨ªa el¨¦ctrica a la que parece darle igual la indignaci¨®n (y el da?o) que causa a los consumidores. Nadie entiende nada, nadie hace nada. La industria est¨¢ feliz y se mantiene absolutamente indiferente ante el deterioro de su imagen.
Pedro de Leiva Hourqueigt. Santander (Cantabria)
La covid sigue entre nosotros
El descontrol de los botellones y playas a tope nos puede dar entender que la pandemia est¨¢ controlada ya, y poco menos que eliminada. La ignorancia se ha adue?ado de muchas personas. ?Tanto cuesta informarse bien? Los medios nos han informado hasta la saciedad de que no es hora de jolgorios, sino de prudencia y precauci¨®n. El coronavirus no ha desaparecido, sigue infectando. Cada d¨ªa hay nuevos ingresos en UCI y, por supuesto, fallecimientos por covid. Inform¨¦monos a conciencia, actuemos con responsabilidad.
Joan Palac¨ªn Coll. Caldes de Montbui (Barcelona)
?Es l¨®gico eliminar las cabinas telef¨®nicas?
Resulta evidente la escasa demanda ciudadana de cabinas telef¨®nicas debido a la sustituci¨®n de la telefon¨ªa fija por la m¨®vil y el alto coste de mantenimiento que tienen. Me gustar¨ªa que no se erradicaran totalmente, ya que, en el d¨ªa a d¨ªa, existen una serie de contratiempos que hacen necesario su uso ¡°excepcional¡±. Adem¨¢s, muchas personas ¡°mayores¡± preferir¨ªan seguir disponiendo de cabinas telef¨®nicas por los problemas que tienen para adaptarse a la tecnolog¨ªa de los smartphones. Conf¨ªo en que impere la cordura y el sentido com¨²n y no desaparezcan las cabinas telef¨®nicas en su totalidad.
Javier Cordero Ruiz. Madrid
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