Interseccionalidad para afganas

Me pregunto de qu¨¦ les sirve a las afganas que Kamala Harris sea una de las mujeres m¨¢s poderosas del mundo, d¨®nde queda el hito alcanzado por la norteamericana si su ejercicio del poder es id¨¦ntico al que llevan a cabo hombres blancos ricos. Admiti¨® Biden la hipocres¨ªa discursiva difundida durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas y se qued¨® tan ancho: nuestro objetivo, dijo, nunca fue establecer la democracia en Afganist¨¢n, nuestro objetivo era acabar con el terrorismo. Es decir: la intervenci¨®n militar no ten¨ªa otro prop¨®sito que el de proteger a los ¨²nicos seres humanos dignos de ser considerados como tales, aquellos a quienes les toc¨® la loter¨ªa de nacer en la naci¨®n correcta. El resto de habitantes del planeta no merecen ni la libertad ni la igualdad ni la justicia propias del mundo libre. Se acab¨® el eje del mal y la supuesta exportaci¨®n de derechos fundamentales. ?Qu¨¦ m¨¢s da que a partir de ahora las afganas sean borradas del mapa, condenadas a renunciar a todo atisbo de dignidad, que sean enterradas en vida por haber nacido con el sexo equivocado?

As¨ª es como la gran conquista del poder por parte de la primera mujer negra, de origen asi¨¢tico se convierte en un fr¨ªvolo eslogan que nada tiene que ver con la transformaci¨®n profunda del mundo que proponen tanto el feminismo como el antirracismo. Kamala Harris suscribi¨® al cabo de poco las palabras de Biden afirmando que la retirada de sus tropas era lo correcto. Una retirada precipitada que abandona a su suerte a todos los que, de un modo u otro, formaron parte del intento de democratizaci¨®n del pa¨ªs y otros muchos, sobre todo muchas, que pagaran con la vida las decisiones de la geopol¨ªtica internacional tomadas as¨¦pticamente en confortables despachos. ?En qu¨¦ notamos aqu¨ª el sexo y el origen de la vicepresidenta? La interseccionalidad tantas veces reclamada al feminismo se desvanece cuando las mujeres no blancas no son estadounidenses u occidentales. Y para justificar este vergonzoso cinismo han vuelto a emerger y a difundirse con virulencia propagand¨ªstica las manidas mentiras sobre la situaci¨®n que viven las v¨ªctimas de las teocracias: que est¨¢ en su cultura y su ADN la esclavitud y la falta de libertad.

Lo ¨²nico bueno de todo esto es que se desenmascara al fin el feminismo de camiseta, el de ¡°todos deber¨ªamos ser feministas¡± pero no me preguntes c¨®mo.