Proteger la v¨ªa pol¨ªtica
Restituir el valor de la pol¨ªtica puede ser la primera virtud de la mesa de di¨¢logo entre Gobierno y Generalitat
No son exactamente desinteresados los esfuerzos que diversas fuerzas pol¨ªticas despliegan estos d¨ªas para torpedear la mesa de di¨¢logo acordada por los gobiernos espa?ol y catal¨¢n. Operan de formas distintas, pero aspiran al mismo fin desestabilizador con c¨¢lculo partidista. La derecha sobreact¨²a de manera alarmista para prevenir las incontables concesiones a la voracidad independentista que el presidente Pedro S¨¢nchez har¨¢, seg¨²n ellos, mientras el unilateralismo de Junts (y la CUP) promueve d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n su propio discurso negacionista de las posibilidades de esa mesa de di¨¢logo con id¨¦nticos fines propagand¨ªsticos. La entereza del president de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, expresada con claridad en el discurso de la Diada celebrada este s¨¢bado, es ahora mismo un capital pol¨ªtico que merece ser reforzado para impedir que los emisarios (y emisarias) del expresident Carles Puigdemont en Barcelona, como la presidenta del Parlament catal¨¢n, boicoteen por c¨¢lculo de vuelo corto una mesa que es en s¨ª misma prometedora, incluso sin fecha fijada ni orden del d¨ªa. La deslealtad institucional del comportamiento de la presidenta Laura Borr¨¤s va para nota.
La relevancia pr¨¢ctica de la mesa de di¨¢logo reside en lo que sea capaz de acordar, por supuesto, pero su centralidad pol¨ªtica reside en su misma existencia como instrumento capaz de mejorar el funcionamiento del Estado, en sentido general, y no ¨²nicamente acotado a los rifirrafes entre el Gobierno de Espa?a y la Generalitat de Catalu?a. M¨¢s all¨¢ de los presumibles contactos privados entre S¨¢nchez y Aragon¨¨s (como los que el presidente del Gobierno mantiene con otros presidentes auton¨®micos) es indispensable la identificaci¨®n p¨²blica de un espacio en el que se discuten las l¨ªneas maestras de una actuaci¨®n conjunta cuya finalidad es inobjetable: restablecer la cordura y el pragmatismo pol¨ªtico entre dos poderes cuyas aspiraciones pol¨ªticas difieren.
La desdramatizaci¨®n de las respectivas posiciones es la m¨²sica de fondo que necesita cualquier mesa negociadora. ?Es aberrante que ERC persista en su reclamaci¨®n de un refer¨¦ndum sobre la independencia para 2030? No deber¨ªa serlo, en la medida que la sustancia de su proyecto pol¨ªtico es lograr la creaci¨®n de un nuevo Estado para Catalu?a. Ese refer¨¦ndum es una aspiraci¨®n leg¨ªtima de esta formaci¨®n pol¨ªtica. Deja de serlo cuando la presidenta del Parlament, de Junts, apela de nuevo a un mecanismo antidemocr¨¢tico como es la decisi¨®n unilateral de separar a Catalu?a de Espa?a. Aunque sea un mensaje para consumo interno y busque satisfacer las emociones de su clientela electoral, en la pr¨¢ctica boicotea la estrategia pol¨ªtica del Govern. El boicoteo de la mesa de di¨¢logo es solo un instrumento m¨¢s de la erosi¨®n que busca Junts sobre Esquerra: por eso resulta indispensable fortalecer la negociaci¨®n pol¨ªtica y dejar sin terreno de juego el discurso abolicionista de los contactos entre gobiernos. La presencia de Pedro S¨¢nchez y Pere Aragon¨¨s en esa mesa de di¨¢logo ¡ªno prescrita por el acuerdo del pasado 26 de febrero¡ª podr¨ªa trasladar a la opini¨®n p¨²blica la voluntad pol¨ªtica de ambos y el peso que atribuyen a esa herramienta.
Algunas voces han planteado otra sugerencia: quiz¨¢ cabr¨ªa reservar algunos minutos de esa primera reuni¨®n, sea jueves o viernes, a analizar la decisi¨®n sobre la inversi¨®n en el aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat, una inversi¨®n estrat¨¦gica que Aena ha dejado en suspenso ante la divisi¨®n en las instituciones catalanas implicadas por su posible impacto ambiental en una zona protegida. No hay unanimidad en Catalu?a ni a favor del s¨ª ni a favor del no. El chantaje de las redes y su frivolidad caliente tienden a generar im¨¢genes distorsionadas de la opini¨®n p¨²blica en una especie de metonimia de la realidad. De hecho, fue un tuit del mismo Pere Aragon¨¨s el que desencaden¨® el desacuerdo sobre la ampliaci¨®n del aeropuerto. El debate est¨¢ vivo y ha de seguir vivo porque habr¨¢ de afrontarse en el futuro inmediato ante cualquier inversi¨®n en infraestructuras de esta envergadura.
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