El Banco Central Europeo recalibra
La prudencia en la retirada de est¨ªmulos es una se?al de confianza en la fortaleza del crecimiento
El crecimiento de la eurozona es evidente e incluso algo superior al esperado. Sobre este diagn¨®stico el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido no mover sus tipos de inter¨¦s y moderar sus compras de bonos en los mercados. Las reducciones se aplicar¨¢n concretamente al programa de compras creado durante la pandemia,...
El crecimiento de la eurozona es evidente e incluso algo superior al esperado. Sobre este diagn¨®stico el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido no mover sus tipos de inter¨¦s y moderar sus compras de bonos en los mercados. Las reducciones se aplicar¨¢n concretamente al programa de compras creado durante la pandemia, dotado con 1,85 billones de euros, y del que quedan 500.000 millones. Si no hay turbulencias imprevistas, nada impide su continuidad hasta marzo del a?o que viene.
Esa es una se?al de confianza en la fortaleza del crecimiento. Se refleja en las menores restricciones a la actividad empresarial (dada la menor tasa de expansi¨®n de la pandemia), y en la capacidad para controlar el repunte en la inflaci¨®n. Por el momento, el BCE ha elevado sus previsiones de crecimiento econ¨®mico para este a?o hasta el 5% (desde el 4,6%), mientras que en 2022 las rebaja una d¨¦cima (4,7% desde el 4,6%), y para 2023 permanece en el 2,1% inicial. La inflaci¨®n prevista tampoco es inquietante: del 2,2% este a?o baja al 1,75% y al 1,5% en 2022 y 2023, respectivamente. No est¨¢ anticipando la eliminaci¨®n ni reduciendo de forma significativa esos apoyos: est¨¢ ¡°recalibrando¡± su ritmo de aplicaci¨®n y dot¨¢ndose de mayor flexibilidad, sin perder de vista que el conjunto de su pol¨ªtica monetaria seguir¨¢ subordinada a indicadores suficientemente saludables en el medio plazo.
As¨ª lo han interpretado tambi¨¦n los mercados de bonos. Lejos de caer en precio, han ascendido con el consiguiente descenso de los tipos de inter¨¦s y han asumido que el ritmo de retirada de ese est¨ªmulo cuantitativo ser¨¢ menor del que se anticipaba. Es un marcado contraste con las decisiones de otros bancos centrales, como la Reserva Federal, m¨¢s dispuestos a una retirada relativamente temprana de sus est¨ªmulos.
La decisi¨®n es prudente porque, a pesar de los indicadores favorables, nadie puede descartar la incertidumbre derivada de la capacidad de control del virus. La retirada prematura de los est¨ªmulos ser¨ªa un error que no solo pondr¨ªa en peligro la restauraci¨®n del crecimiento, sino el fortalecimiento mismo de la cohesi¨®n dentro del propio bloque regional. Sobre estos riesgos acaba de advertir tambi¨¦n la OCDE al se?alar que los efectos diferenciales de la pandemia han aumentado las divergencias en convergencia real, en renta por habitante, de los pa¨ªses miembros.
Tambi¨¦n la prudencia ha de presidir la revisi¨®n de las reglas fiscales que tienen encomendada los ministros de econom¨ªa. Son aquellas que establecen m¨¢ximos de d¨¦ficit y deuda p¨²blica, y que fueron flexibilizadas al inicio de la crisis, cuando el gasto p¨²blico se dispar¨® y las recaudaciones tributarias se desplomaron. Su restablecimiento ha de hacerse sobre la base de una mayor simplificaci¨®n y en coherencia con la prioridad medioambiental asumida por la UE, es decir, debe tomar en consideraci¨®n las asignaciones de recursos p¨²blicos a inversiones sostenibles, como han sugerido las autoridades espa?olas.
Estas decisiones completar¨¢n la acertada orientaci¨®n que las instituciones europeas (Banco Central Europeo, Consejo Europeo y Comisi¨®n Europea) han definido en el tratamiento de esta crisis, a diferencia de las adoptadas en la de 2008. Con ellas podr¨ªa cuajar ese necesario horizonte doble de fortalecimiento de la integraci¨®n y de la mejora del bienestar de los ciudadanos.