Becas sin trabas
El fuerte aumento de la financiaci¨®n de estas ayudas choca con demoras excesivas en su gesti¨®n administrativa
Cuando todav¨ªa no hab¨ªan cicatrizado las heridas sociales causadas por la crisis econ¨®mica de 2008, la provocada por el coronavirus ha venido a agravar la situaci¨®n de precariedad e incertidumbre en muchos hogares espa?oles. La sucesi¨®n de estas dos crisis en tan pocos a?os ha provocado un incremento de las desigualdades que compromete el futuro de muchos ...
Cuando todav¨ªa no hab¨ªan cicatrizado las heridas sociales causadas por la crisis econ¨®mica de 2008, la provocada por el coronavirus ha venido a agravar la situaci¨®n de precariedad e incertidumbre en muchos hogares espa?oles. La sucesi¨®n de estas dos crisis en tan pocos a?os ha provocado un incremento de las desigualdades que compromete el futuro de muchos ni?os y j¨®venes. La esperanza de que el elevador social siga funcionando como en d¨¦cadas anteriores depende en gran parte de que el sistema educativo pueda salir al rescate de los que parten de peores posiciones y eso depende a su vez, entre otros factores, de que haya un sistema de becas suficientemente dotado y ¨¢gil en su tramitaci¨®n. Y es en este ¨²ltimo tramo donde el margen de mejora es alto.
El Ministerio de Educaci¨®n ha hecho en los ¨²ltimos a?os un potente esfuerzo para reforzar el sistema de ayudas, incrementando el presupuesto de becas y modificando los criterios de distribuci¨®n. Frente al sistema anterior, que se reg¨ªa por partidas muy limitadas y priorizaba un mayor reparto a costa de reducir la cuant¨ªa, ha sido un gran avance que la percepci¨®n de la ayuda sea un derecho objetivo exigible cuando se cumplen las condiciones, y no una suerte de loter¨ªa que depende de factores coyunturales. La voluntad pol¨ªtica de mejora ha quedado tambi¨¦n acreditada por el incremento de los presupuestos. La partida de becas subi¨® el a?o pasado un 22,6%, hasta alcanzar los 1.900 millones de euros ¡ªla mayor subida de la ¨²ltima d¨¦cada y la segunda mayor del siglo¡ª, lo que permiti¨® aumentar la cuant¨ªa media de la ayuda en unos 100 euros y duplicar el n¨²mero de alumnos con beca completa. Este curso la partida ha vuelto a crecer hasta los 2.028 millones de euros.
Pero ese esfuerzo viene lastrado por problemas de gesti¨®n que retrasan los pagos y han sido incapaces de rebajar la excesiva demora con la que se producen ahora. Los alumnos que han solicitado beca comienzan el curso sin saber siquiera si se las dar¨¢n. Hasta diciembre no se les comunica si se las conceden y los primeros pagos se demoran hasta enero. Esta incertidumbre puede convertirse en un impedimento irreversible para los alumnos con menos recursos, que son precisamente los que deber¨ªa priorizar un sistema de ayudas eficaz. La inseguridad y la dificultad para hacer frente a los primeros gastos, especialmente si deben cursar estudios lejos del domicilio familiar, pueden disuadir a muchos j¨®venes de continuar su formaci¨®n. O les obliga a sortear el problema solicitando adelantos bancarios, con el consiguiente coste en comisiones e intereses.
La gesti¨®n administrativa de las becas no deber¨ªa ser una barrera a?adida a las dificultades que ya tienen. La rigidez del sistema de gesti¨®n se ha convertido en un problema cr¨®nico que ning¨²n Gobierno ha sabido resolver de forma convincente. Otros pa¨ªses han ensayado f¨®rmulas que permiten recortar los plazos. En Francia, por ejemplo, no tienen en cuenta la declaraci¨®n de la renta del ¨²ltimo a?o para conceder la parte fija de la beca, como sucede en Espa?a, y toman como base los datos de renta de dos a?os antes. El riesgo de desajuste con la realidad queda compensado por la celeridad del acceso a la ayuda por parte de las familias. La burocracia administrativa deja de ser instrumento para ser obst¨¢culo si limita o entorpece el objetivo ¨²ltimo del sistema en su conjunto: fomentar la igualdad de oportunidades lo m¨¢s cerca posible del punto de salida.