Sin prisa, sin pausa, sin plazos
Iniciado el proceso de di¨¢logo, estableciendo calendario y metodolog¨ªa, no resulta tan f¨¢cil interrumpirlo
El pasado 20 de febrero Jonathan Powell escrib¨ªa el punto final en Londres a su prefacio para la edici¨®n espa?ola de Dialogar con terroristas. Quien fuera jefe de gabinete de Tony Blair sistematiza en este ensayo su experiencia como interlocutor con organizaciones terroristas y extrae lecciones para argumentar por qu¨¦ algunos procesos de paz fracasan y otros logran conseguirla. Habla desde el Pa¨ªs Vasco a Sud¨¢frica o Colombia y naturalmente incorpora su aprendizaje como figura clave en la negociaci¨®n en Irlanda del Norte. En castellano se public¨® por primera vez este verano. La edici¨®n la ha impulsado el Institut Internacional Catal¨¤ per la Pau. No es casualidad. Es una apuesta ideol¨®gica que encaja con la funci¨®n cl¨¢sica de este organismo de la Generalitat y al mismo tiempo es una apuesta inteligente para el presente. Si se negocia con qui¨¦n mata, ?c¨®mo no puede dialogarse para resolver un conflicto como la crisis catalana?
Durante su rueda de prensa, Pere Aragon¨¨s quiso sustanciar su apuesta por la mesa de di¨¢logo como el instrumento para la resoluci¨®n del conflicto. En varias ocasiones reiter¨® la necesidad de construir confianza entre las partes. Es de manual. En su libro Powell afirma que ¡°es cuando ambas partes empiezan a cumplir las promesas que han hecho poniendo en pr¨¢ctica el acuerdo, cuando empiezan a confiar la una en la otra¡±. Y la parte catalana sabe que el Ejecutivo espa?ol cumpli¨® muy en serio, arriesgando, cuando el Consejo de Ministros aprob¨® los indultos. Nadie que no est¨¦ atrapado en su fracaso o la demagogia puede discutir lo que Pedro S¨¢nchez afirm¨® en la Sala G¨°tica del Palau de la Generalitat: ¡°el clima es mejor que hace un a?o¡±. El principal activador de ese cambio ha sido la apaciguadora medida de gracia. Una decisi¨®n que demostr¨® la disposici¨®n del Gobierno para avanzar ¡ª¡±sin prisa, sin pausa, sin plazos¡±¡ª por una v¨ªa en construcci¨®n.
No hubo m¨¢s concreciones, a pesar de las dos horas de reuni¨®n entre presidentes. Las partes asumen que este conflicto viene de lejos ¡ªdiez a?os, repiti¨® S¨¢nchez¡ª y que unos y otros parten de lugares muy alejados, hoy por hoy sin punto de encuentro en el horizonte. Pero iniciado el proceso de di¨¢logo, estableciendo calendario y metodolog¨ªa, no resulta tan f¨¢cil interrumpirlo. Quien se levante de la mesa, asumir¨¢ la responsabilidad de perpetuar una situaci¨®n an¨®mala. Y precisamente por ello la imagen de ayer no solo es marketing. La fotograf¨ªa incorpora un mensaje: la presencia de S¨¢nchez es testimonio de su compromiso. Quien no quiera comprometerse en la normalizaci¨®n pol¨ªtica, en Catalu?a y Espa?a, que asuma tambi¨¦n ese papel. Vale por un Pablo Casado en modo Savonarola. Vale por Junts y su callej¨®n sin salida.
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