Turismo de volcanes
Nada hay m¨¢s espa?ol que sacar tajada del paisaje: dejemos que los curiosos se acerquen a La Palma, sacrifiqu¨¦moslos arroj¨¢ndolos al cr¨¢ter
A mediados del siglo XV, durante el reinado del inca Pachac¨²tec, una ni?a de unos 13 a?os subi¨® al volc¨¢n Ampato, se arrodill¨® y recibi¨® un golpe seco con un arma contundente que le abri¨® el cr¨¢neo y le caus¨® la muerte. Al parecer, la hab¨ªan drogado, para que no se resistiera al destino que los dioses le hab¨ªan asignado: el sacrificio ritual en la fiesta de capac cocha. Sabemos todo esto porque su cuerpo fue encontrado en 1995 en el cr¨¢ter donde lo arrojaron medio milenio antes. El fr¨ªo la hab¨ªa preservado incorrupta, e incorrupta sigue, en una urna a 19 grados bajo cero en un museo del centro de Arequipa, Per¨². Se le conoce como la momia Juanita, y es uno de los reclamos tur¨ªsticos de esa tur¨ªstica ciudad.
No hace falta recorrer Pompeya ni brindar con un tinto del Etna para entender la relaci¨®n entre los volcanes, el turismo y los s¨ªndromes de Stendhal. La ministra Reyes Maroto solo expres¨® un sentimiento com¨²n cuando anim¨® a los turistas a disfrutar del ¡°espect¨¢culo maravilloso¡± de La Palma, y las erupciones indignadas por tal frivolidad han sido tan notables como gratuitas, pues Maroto solo defend¨ªa su parcela: nada hay m¨¢s espa?ol que sacar tajada del paisaje. Hace 60 a?os que vivimos de exprimir a los guiris por cuya ausencia penamos desde marzo de 2020. Si desaprovech¨¢semos la ocasi¨®n de mercantilizar un desastre natural, no ser¨ªamos el pa¨ªs de Fitur ni la potencia hostelera mundial que somos.
Maroto matiz¨® luego sus palabras, pero el matiz no extingui¨® la verdad poderosa que conten¨ªa su llamada a gozar de la erupci¨®n: Espa?a, libre de catolicismo, f¨²tbol y dem¨¢s mandangas, reconoc¨ªa al fin a su ¨²nico dios leg¨ªtimo, el turismo. Si el profeta Fraga Iribarne se ba?¨® entre is¨®topos en Palomares para que no decayese la juerga, sus sucesores en el cargo deben ir siempre un paso m¨¢s all¨¢. Dejemos, pues, que los turistas se acerquen al volc¨¢n, obedeciendo a la predicaci¨®n de la ministra. Sacrifiqu¨¦moslos arroj¨¢ndolos al cr¨¢ter, como hicieron con la momia Juanita, pero con m¨¢s pirotecnia, a fuego vivo. Que el dios de la paella y la sangr¨ªa los acepte como ofrenda del mismo modo que recibe a los ingleses que se inmolan en el sagrado balconing. Sus restos, expuestos en museos, ser¨¢n contemplados por los turistas del futuro, que admirar¨¢n en ellos la civilizaci¨®n perdida de Espa?a, tierra santa del turismo. @sergiodelmolino
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