Un mensaje a las constituyentes chilenas: no renuncien a la innovaci¨®n pol¨ªtica
EL PA?S publica una nueva entrega sobre el proceso constituyente en Chile bajo la mirada de expertas de toda la regi¨®n
Las mujeres comprenden bien el anhelo de libertad, comprenden la batalla por los derechos, por el espacio, por la palabra; entienden del tema de la b¨²squeda de su propia identidad, tienen una mirada m¨²ltiple y atenta. Por suerte, cada d¨ªa son m¨¢s las mujeres que abandonan los lazos de la sumisi¨®n y muestran la belleza paradigm¨¢tica de su lucha por la igualdad, tan trascendente que contiene, en s¨ª misma, la evoluci¨®n de la humanidad hacia niveles de civilizaci¨®n que verdaderamente se?alan un mundo mejor.
Hay momentos en esta trayectoria que son tan notables que dan un nuevo impulso, no s...
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Las mujeres comprenden bien el anhelo de libertad, comprenden la batalla por los derechos, por el espacio, por la palabra; entienden del tema de la b¨²squeda de su propia identidad, tienen una mirada m¨²ltiple y atenta. Por suerte, cada d¨ªa son m¨¢s las mujeres que abandonan los lazos de la sumisi¨®n y muestran la belleza paradigm¨¢tica de su lucha por la igualdad, tan trascendente que contiene, en s¨ª misma, la evoluci¨®n de la humanidad hacia niveles de civilizaci¨®n que verdaderamente se?alan un mundo mejor.
Hay momentos en esta trayectoria que son tan notables que dan un nuevo impulso, no solo a las sociedades y poblaciones involucradas directamente, sino a todo el tiempo global con el que se relacionan e impactan. En nuestro tiempo, uno de esos momentos viene de Chile, la primera Asamblea Constituyente guiada por la paridad de g¨¦nero, presidida por una mujer de origen mapuche, guiada por los derechos de la naturaleza, as¨ª como los derechos del ser humano. Este es un hecho hist¨®rico de enorme significado, al que el mundo debe poner atenci¨®n, debe apoyarlo para que avance contra todas las dificultades y presiones, consagrando un nuevo giro en la rueda de la presencia humana en el planeta.
No hay duda de que ser¨¢ dif¨ªcil ¨Cel cambio es siempre complejo y atrae a oponentes feroces y poderosos¨C sin embargo, hay tanta energ¨ªa derivada de la presencia igualitaria sin precedentes de mujeres y el enfoque ajustado en la emergencia ambiental expresada en el cambio clim¨¢tico, que Chile tiene una oportunidad ¨²nica para demarcar el territorio de transformaciones urgentes y necesarias en la pol¨ªtica, en el concepto de poder, en la revalidaci¨®n de la noci¨®n clave de democracia y en los procesos innovadores de toma de decisiones colectivas, especialmente por la prevalencia, en la pr¨¢ctica, de la igualdad de g¨¦nero en la composici¨®n de la Constituyente.
Esto me inspira particularmente, al ver a mujeres j¨®venes idealistas junto a tantas compa?eras que han hecho avanzar las luchas estrat¨¦gicas por el bien com¨²n, a costa de nadar contra la corriente de un sistema brutal, estructuralmente racista, excluyente y destructivo en su centralidad equivocada e ilimitada, que tanto da?o ha hecho al planeta, a las personas en general, a los grupos m¨¢s vulnerables y perseguidos, de los cuales las poblaciones ind¨ªgenas y tradicionales son ejemplos.
Entonces, al mismo tiempo que brilla la esperanza en este hecho hist¨®rico, tambi¨¦n me preocupa ver que ser¨¢ una batalla re?ida y de enormes dificultades. Es reconfortante saber que ya existe una capacidad femenina aprendida desde la resiliencia en medio a las turbulencias y las violencias de todo tipo. Existe una tecnolog¨ªa social, cultural y pol¨ªtica que se adquiere en la forma diferenciada de actuar y reaccionar para hacer prevalecer los derechos, las libertades y las voluntades. Este es un logro mundial y, en Am¨¦rica Latina, es particularmente fuerte. No es solo en las ciudades, sino en la forma de vida de los pueblos de la Amazon¨ªa, con sus conocimientos tradicionales asociados a los recursos naturales y las complejas dimensiones de la existencia humana, en la forma de interactuar con la naturaleza, experimentar el tiempo, estar en comunidad. De todo eso surge la capacidad de generar procesos colectivos horizontales, no particularizados en un nombre, en un solo liderazgo.
Experimento en mi vida el efecto de estas experiencias, procesos y aprendizajes. Un caso en particular mostr¨® la calidad de este modo de hacer singular femenino: cuando era ministra de Medio Ambiente de Brasil, una de las principales decisiones m¨ªas y de mi equipo fue abordar la deforestaci¨®n en la Amazon¨ªa desde un nuevo enfoque, es decir, creando un gran proceso de toma de decisiones basado en la inclusi¨®n de todos los grupos involucrados, desde las comunidades tradicionales hasta gobernadores, funcionarios federales de diversas ¨¢reas, desde pueblos ind¨ªgenas hasta las ONG, militares, cient¨ªficos, terratenientes no ilegales, sindicatos, asociaciones, cooperativas. Ante esto, un funcionario altamente calificado del ministerio se sorprendi¨® y dijo que lo m¨¢s dif¨ªcil de trabajar conmigo era la intensa y constante b¨²squeda de democracia y decisiones colectivas De hecho, el concepto era buscar la consistencia y la adhesi¨®n efectiva a las decisiones a trav¨¦s de la apertura para que todos pudieran exponer sus puntos de vista, aportar sus conocimientos y de ah¨ª naciera un resultado con el que se sintieran comprometidos. Sin la ansiedad t¨®xica de la autor¨ªa individual, con la plasticidad necesaria que favorece el encuentro en medio a las diferencias, sin la fijeza de los ¡°due?os¡± de las pol¨ªticas p¨²blicas, buscando la total transparencia y apego al proceso social y cultural de la regi¨®n.
Cuando dej¨¦ el Ministerio, el plan para prevenir y controlar la deforestaci¨®n en la Amazon¨ªa continuaba porque ten¨ªa una fuerza intr¨ªnseca, una vida propia, era operado por muchas manos y sostenido por marcos legales y procesos institucionales adecuados, transparentes y de f¨¢cil acceso. Con eso, la deforestaci¨®n disminuy¨® en un 83% durante casi una d¨¦cada, el plan fue uno de los principales responsables de que en Brasil estuvieran el 80% de las ¨¢reas protegidas creadas en el mundo, durante ese periodo. Adem¨¢s, evit¨® liberar 5 mil millones de toneladas de CO2 a la atm¨®sfera entre 2005 y 2008, cuando me fui.
De mi experiencia en la esfera p¨²blica, ya sea en el movimiento cauchero de Acre, en el parlamento estatal, en el Senado, en los partidos y en el movimiento socioambiental brasile?o e internacional, las principales lecciones que aprend¨ª y me gustar¨ªa compartir con las convencionales chilenas y sus aliados est¨¢n vinculados al sentido de la resiliencia, de no renunciar a la innovaci¨®n pol¨ªtica, de no renunciar a la mirada diferenciada que nos brinda nuestra experiencia femenina individual y colectiva, de comprender profundamente que esta experiencia solo se legitima con la inclusi¨®n de la ¨¦tica, verdad, transparencia, vinculaci¨®n con la sociedad en procesos abiertos, inclusivos, con ¡°exceso de democracia¡±. Y que son multifac¨¦ticos, en el sentido de apuntar a resultados pr¨¢cticos, objetivos, pero tambi¨¦n a la construcci¨®n de metodolog¨ªas integrales que ayuden a rescatar el poder transformador de la pol¨ªtica. Que den m¨¢s flexibilidad y adherencia a las estructuras democr¨¢ticas, las desdoblen y no permitan que sean interceptadas o enterradas bajo los escombros de los viejos ¨®rdenes que nos dejaron un mundo colapsado, injusto y ahora amenazado, en su innegable estancamiento, por los irresponsables da?os al medio ambiente natural, patrimonio de todos, abusado y apropiado por unos pocos en detrimento de muchos. Que sean un arco que impulse los avances. Que sean flechas lanzadas desde los deseos vivos y arraigados de justicia, paz y libertad, hacia los objetivos de nuevos destinos. Aguas que cavan, frente de si, r¨ªos de muchos pasajes.
Marina Silva es exsenadora y exministra del Medio Ambiente de Brasil.
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