Mar¨ªa Ressa, un p¨¢lpito de libertad
Inquieta y serena, activa e impoluta, sonriente y trabajando sin descanso, atenta y comprometida, Maria Ressa es Nobel por noble
Mar¨ªa es menuda. Su apariencia delicada y gr¨¢cil confunde, porque amaga la firmeza de quienes jam¨¢s se rinden. Mar¨ªa es dura como una roca, aunque eso extra?a, porque la liviandad de su presencia y la levedad de sus gafas de montura transparente invita a pensarla vulnerable.
El d¨ªa que surgi¨® en nuestras reuniones, descubierta por Bertrand Pecquerie all¨¢ en 2.014, sorprendi¨®: su presencia promet¨ªa y promete discreci¨®n oriental --y en verdad que apenas nunca habla de s¨ª misma y de sus cuitas personales-- pero al tomar la palabra todo cambia. Es taxativa en su voluntad, clara en sus ideas, extremadamente ordenada al exponerlas.
Durante los cinco a?os que form¨® parte del consejo directivo de la Global Editors Net (GEN, la Red global de directores de peri¨®dico) alz¨® repetidamente su voz (y sus propuestas) en favor de la libertad de prensa. Una apuesta por la que ha pasado continuas penalidades personales a cuenta del autoritarismo de su Gobierno, intolerante ante las denuncias de todos los abusos y la defensa de la verdad.
Hasta el punto de que la ha perseguido activamente, llev¨¢ndola a la c¨¢rcel. ¡°Los ataques al periodismo son ataques a la democracia; porque atacan a los hechos, y sin hechos no hay verdad y sin verdad no existe la confianza¡±, compart¨ªa en su ¨²ltima intervenci¨®n, en la cumbre de junio de 2019 que puso broche final en Atenas a la aventura de la GEN, intensamente dedicada durante casi un decenio a compartir reflexiones y experiencias para empujar la transformaci¨®n del oficio y de las redacciones en la era digital.
Entonces no pudo venir a Europa. Tuvo que hablar por pantalla. El r¨¦gimen de Rodrigo Duterte le hab¨ªa amenazado: si sal¨ªa de su pa¨ªs, no la dejar¨ªa volver a Manila.
Como los grandes artistas, Mar¨ªa es muy local, muy filipina, muy apegada a su paisaje humano m¨¢s pr¨®ximo y a sus ra¨ªces, y al mismo tiempo -o quiz¨¢ por eso-, inequ¨ªvocamente universal, espacio que pisa con envidiable seguridad, la del paso inaudible y sin zigzags. ¡°Lo local es global y lo global es local, no estamos solos¡±, afirmaba. ¡°Vengo de un simposio en el que los colegas de India, de Brasil, de Arabia Saudita, de Filipinas, hemos explicado c¨®mo sufrimos los mismos problemas¡± de intoxicaci¨®n, manipulaci¨®n y puesta en circulaci¨®n masiva de ¡®fake news¡¯, deletreaba, ¡°por eso necesitamos soluciones globales para los problemas individuales, hay que proteger a la informaci¨®n en la batalla por la verdad¡±.
Inquieta y serena, activa e impoluta, sonriente y trabajando sin descanso, atenta y comprometida, Maria Ressa es Nobel por noble. Noblemente entregada a la causa de buscar las verdades entre obst¨¢culos y peligros. Sin esperar nada a cambio. Si fallar nunca. Gracias por estar ah¨ª, p¨¢lpito de libertad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.