Felipe V, ¡®trending topic¡¯

El p¨¢jaro de Twitter, como p¨¢jaro que es, necesita alpiste. Hay quien tiene muchos seguidores sin haber publicado en su vida un tuit, pero lo l¨®gico es que quien desee, por los motivos que sean, reunir una buena parroquia, alimente su cuenta con constancia y ciertas dosis de picard¨ªa. El otro d¨ªa, Arturo P¨¦rez Reverte dijo en televisi¨®n que Pablo Iglesias es un pol¨ªtico por encima de la media, culto, preparado, aunque aclar¨® despu¨¦s que no le gustar¨ªa que su hija se casara con ¨¦l. Una l¨¢stima, porque esos duelos familiares florete en mano habr¨ªan sido dignos de ver. El escritor y el pol¨ªtico, cada uno a su manera, son dos de los personajes que mejor y m¨¢s pronto le cogieron el tranquillo al invento. Si bien es verdad que en esta red social el trazo fino nunca cotiz¨® al alza ¨CAitor Esteban tiene unos 69.000 seguidores y Gabriel Rufi¨¢n ya pasa de los 840.000¡ª, Iglesias y P¨¦rez Reverte han sabido labrarse un perfil en Twitter que les sigue dando resultado, y la prueba es que el fundador de Podemos tiene 2.600.000 seguidores, y el autor de El capit¨¢n Alatriste, m¨¢s de 2.200.000.

La t¨¦cnica de uno y otro es parecida. Los dos re¨²nen en torno a su figura y a sus tuits seguidores ac¨¦rrimos y odiadores profundos, y ambos parecen estar de acuerdo con que en Espa?a es tan importante tener detractores como partidarios. De ah¨ª que ¡ªy esto forma parte de la clave¡ª usen de vez en cuando la provocaci¨®n y la iron¨ªa como la chispa que prende el fuego. Hace un par de d¨ªas, Pablo Iglesias dijo en una conferencia que el 3 de octubre es muy importante en la historia de la Monarqu¨ªa en Espa?a porque fue en ese d¨ªa de 2017 cuando ¡°Felipe VI decide llamarse igual que Felipe V, que fue el autor de los decretos de Nueva Planta que acabaron con las competencias pol¨ªticas del Gobierno catal¨¢n¡±. Y a?adi¨® con esa sonrisa de pillo con la que suele anunciar una maldad inmediata: ¡°¡­ yo no s¨¦ qui¨¦n le dijo, pero¡­ Felipe¡±. No pasaron muchos minutos hasta que el personal, que siempre est¨¢ a la que salta, aceptara el envite. Uno de los primeros en contestar a la provocaci¨®n de Iglesias fue un tal Toro Sentado, que a saber qui¨¦n es, le contest¨® con la familiaridad que da Twitter ya sea para amarse o mentarse a la familia: ¡°Dos cosas, Pablo. 1. Felipe V impuso los Decretos de Nueva Planta despu¨¦s de que Catalu?a, entre otras regiones, se alzase en armas contra ¨¦l en favor (sorpresa, sorpresa) del aspirante golpista Carlos de Austria. 2. En Espa?a los reyes no cambian de nombre. De nada¡±.

Solo unas horas despu¨¦s, entre las tendencias del d¨ªa ya estaba¡­ Felipe V. Y ah¨ª se qued¨® durante casi todo el puente de la Hispanidad el tambi¨¦n llamado Felipe el Animoso, por sus frecuentes cambios de humor. No se sabe si fue por casualidad ¡ªen pol¨ªtica casi nada lo es¡ª, pero lo que consigui¨® Iglesias, que parece estar disfrutando de su condici¨®n de ex, fue calentar el patio. Y el martes por la ma?ana, cuando pas¨® lo que ya es tradici¨®n en el desfile de las Fuerzas Armadas, remat¨® la faena con un tuit que a los tres minutos ya ten¨ªa 1.000 respuestas, 2.800 retuits y 9.300 me gusta, pero que un rato despu¨¦s ya se hab¨ªa multiplicado por dos. El tuit dec¨ªa: ¡°Los aplausos al Jefe del Estado y los abucheos al Gobierno solo expresan una obviedad: la monarqu¨ªa es un s¨ªmbolo pol¨ªtico de la derecha y de la ultraderecha. De nadie m¨¢s. Una instituci¨®n que solo genera adhesi¨®n en esa parte del pa¨ªs, tiene su futuro muy comprometido¡±. En realidad, esos aplausos y esos abucheos se han convertido en una costumbre de un peque?o grupo de vecinos que madruga el 12 de octubre para darse el gustazo de poner a caldo a Pedro S¨¢nchez y ya de paso ver el desfile. Hubo mucho revuelo en las redes con respecto a los incidentes, pero quien de verdad puso en su sitio a los alborotadores fue alguien que nunca ha escrito un tuit, pero que los viene disparando, con veneno incluido, desde mucho antes de que se inventara Twitter. Alfonso Guerra, el hist¨®rico l¨ªder del PSOE, aprovech¨® el mi¨¦rcoles un acto en Alicante para sentenciar: ¡°Hay quien abuchea a un presidente y aplaude a una cabra. Cada uno elige qui¨¦n le representa mejor¡±. Ea.