El tiempo le da la raz¨®n a Lula
Al hombre que presidi¨® Brasil entre 2003 y 2011 le toca hilar fino para alejar a Bolsonaro del poder
A un a?o de las elecciones presidenciales en Brasil, el izquierdista Lula da Silva tiene el camino despejado para dar la batalla frente al presidente Jair Bolsonaro, de extrema derecha. Lula recuper¨® los derechos pol¨ªticos en marzo pasado, cuando el Tribunal Supremo brasile?o anul¨® las dos condenas por corrupci¨®n que mantuvieron preso 19 meses al l¨ªder del Partido de los Trabajadores y que, por decisi¨®n de esa misma corte, le impidieron medirse en las urnas con Bolsonaro en 2018. A la anulaci¨®n de las condenas le sigui¨® otro fallo judicial de calado, el que consider¨® que el juez Sergio Moro no fue imparcial al juzgar a Lula. Esta sentencia ha tenido un efecto cascada cristalizado en una serie de decisiones judiciales que en los ¨²ltimos meses ha supuesto el cierre de pr¨¢cticamente todos los casos contra el hombre que presidi¨® Brasil de 2003 a 2011. Solo le queda un caso penal abierto, seg¨²n su defensa.
El tiempo est¨¢ d¨¢ndole la raz¨®n a Lula en dos aspectos: siempre proclam¨® su inocencia y su confianza en los tribunales brasile?os. Y siempre se consider¨® v¨ªctima de una persecuci¨®n judicial en el marco de la Operaci¨®n Lava Jato, la investigaci¨®n de lavado de dinero que acab¨® destapando sobornos de Petrobras en cuatro pa¨ªses. En concreto, Lula denunciaba ser una presa del juez Moro, cuya actuaci¨®n parcial qued¨® demostrada por sus pares.
Salvo sorpresa may¨²scula, tanto Lula como Bolsonaro ser¨¢n candidatos en las elecciones a doble vuelta previstas para octubre de 2022. El dirigente del PT lidera las encuestas con holgura, pero es improbable que los votos de la izquierda por s¨ª solos logren derrotar al ultra Bolsonaro. Lula necesita forjar una alianza amplia como la que le dio su primera victoria electoral, en su cuarto intento, hace casi dos d¨¦cadas. Tiene a su favor la erosi¨®n de Bolsonaro por los 600.000 muertos que ha dejado en Brasil la covid-19 y la crisis econ¨®mica. Un informe del Senado brasile?o, presentado ayer, recomienda que el presidente sea acusado de cr¨ªmenes contra la humanidad por su gesti¨®n de la pandemia. Pero Lula tiene en contra el recelo de buena parte de la ¨¦lite y de los medios, adem¨¢s de las restricciones por la pandemia. Si Bolsonaro reina en redes sociales, el h¨¢bitat natural de Lula es el contacto directo con los electores, los m¨ªtines y los abrazos.
Muchos brasile?os se han arrepentido de haber votado al militar retirado, pero eso no implica disposici¨®n a apoyar al Partido de los Trabajadores dentro de un a?o, aunque el odio a Lula y a su partido pierde fuerza mientras el antibolsonarismo avanza. Lula, que a lo largo de su carrera ha demostrado ser un buen estratega, deber¨¢ hilar fino para construir una coalici¨®n que diluya el rechazo que todav¨ªa suscita y a¨²ne fuerza suficiente para convertir la presidencia del populista de ultraderecha Jair Bolsonaro en una pesadilla pasajera.
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