Discriminaci¨®n por mascarilla
Los lectores escriben sobre la obligatoriedad de los cubrebocas, las palabras de Otegi hacia las v¨ªctimas de ETA, los m¨®viles en el colegio y la prisa de la gente en las ciudades
El domingo 17 de octubre, a las 17.00, se jug¨® el partido de baloncesto entre el Breog¨¢n y el Real Madrid en el Pazo de Deportes de Lugo. 5.000 personas disfrutaron del espect¨¢culo en las gradas. Los jugadores estaban vacunados y, por supuesto, jugaron sin mascarilla. El mismo d¨ªa, a las 12 horas, en un pabell¨®n situado a unos 100 metros de distancia del anterior, jugaron dos equipos de la liga junior gallega de baloncesto: Ensino de Lugo y Rosal¨ªa de Castro de Santiago. Aproximadamente a 20 padres y madres (los de Santiago tuvieron que conducir m¨¢s de 100 kil¨®metros por trayecto), se les proh¨ªbe la entrada al pabell¨®n por la covid. Los chavales, vacunados, tienen que jugar con mascarilla... ?Por qu¨¦ se decide que unos jugadores vacunados puedan jugar en un recinto cerrado, ante 5.000 personas, sin mascarilla, y en un pabell¨®n anexo, vac¨ªo, tengan que hacerlo con ella y sus padres deban esperar fuera a que acabe el partido? No ser¨¢ el problema m¨¢s dif¨ªcil para nuestros gobernantes, pero, si esto lo resuelven as¨ª, ?qu¨¦ nos queda que pensar?
Fernando Area Torres. Santiago de Compostela (A Coru?a)
El gesto de Otegi
Si tuvi¨¦ramos en cuenta lo que cuesta dar un paso como el que ha dado Otegi por lo dif¨ªcil que es para las personas reconocer sus errores, seguro que dar¨ªamos m¨¢s valor a sus palabras. As¨ª lo han visto la hija de Ernest Lluch, considerando que el reconocimiento que ha hecho del dolor y el sufrimiento que caus¨® ETA es un gran paso de la izquierda abertzale, y la de Juan Mar¨ªa J¨¢uregui, que lo considera un paso gigante a favor de la convivencia. Hasta Consuelo Ord¨®?ez, presidenta del Colectivo de V¨ªctimas del Terrorismo, ha reconocido en La Sexta que le han llamado la atenci¨®n las palabras de Otegi, aunque sin dejar de recordarle que le ha faltado reconocer la responsabilidad que la izquierda abertzale ha tenido en los 40 a?os de terror y que debe pasar a los hechos dejando de referirse a los asesinos de ETA como presos pol¨ªticos y de homenajearlos en las calles, donde cometieron sus cr¨ªmenes.
Mario Su¨¢rez. Pilas (Sevilla)
M¨®viles en las escuelas
Los tel¨¦fonos m¨®viles se utilizan para todo, como por ejemplo al estudiar, cuando necesitas buscar informaci¨®n para hacer un trabajo, etc¨¦tera. En los centros educativos deber¨ªan permitir usar los m¨®viles, ya que se necesitan para la clase o bien para buscar algo relacionado con la asignatura que se est¨¦ dando o bien para estudiar. La mejor opci¨®n ante estos problemas es darle la vuelta a la tortilla y hacer que el tel¨¦fono m¨®vil juegue a favor de los profesores. Eso s¨ª, hay que darle un correcto uso y limitarlo en ciertas ocasiones.
Silvia Morales Bonaplata. Alcorc¨®n (Madrid)
Demasiadas prisas
Pocas veces me paro a pensar a qu¨¦ se deben mis prisas cuando voy a alg¨²n lado. Son varias las veces que pauso mi trayecto para intentar entender d¨®nde, o m¨¢s bien hacia d¨®nde, quer¨ªa ir tan r¨¢pido. Desde que vivo en la ciudad, no existen las pausas, m¨¢s bien he aprendido a vivir en un constante p¨¢rrafo que rebosa palabrer¨ªa. Lo complicado que es acostumbrarse a la inmediatez de la vida cuando lo ¨²nico que has conocido ha sido la solemnidad de una tarde de domingo en un pueblo de la monta?a.
Ainhoa L¨¦rida P¨¦rez. Valencia
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