La felicidad del segundo viol¨ªn
Los lectores opinan sobre las vocaciones de los j¨®venes, la tendencia a opinar como expertos de quienes no lo son, los miedos cotidianos que nos atenazan y la sanidad en la Espa?a vaciada
Mi hija quiere ser segundo viol¨ªn. No primero ni solista, ella lo que quiere es tocar tranquila en un segundo plano, porque eso le hace feliz. Pero el mundo est¨¢ hecho para los que quieren ser famosos, para los que sue?an con ser los primeros. En el colegio se premia a los que levantan la mano, los que exhiben sus logros y se sienten c¨®modos siendo el centro de atenci¨®n. En la universidad se premia a los que dan su opini¨®n, a los que no se mueren de angustia ante la posibilidad de exponerse en p¨²blico. Y en lo que respecta al mercado laboral, se premia a los que alzan su voz por encima de los que hablan bajito, aunque aquellos no digan nada nuevo. Para ese mundo, convertirse en segundo viol¨ªn de una orquesta no es lo que una ni?a deber¨ªa querer ser de mayor. Pero el problema no es de ella, sino de ese mundo. Porque la maravilla de una sinfon¨ªa s¨®lo es posible gracias a los que sue?an con ser segundos violines. Ese mundo est¨¢ mal y no lo sabe. A¨²n.
Carolina V¨¢zquez. Inverness (Escocia)
Vulcan¨®logos de toda la vida
Resulta que al presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, se le ha ocurrido la brillante idea de bombardear el volc¨¢n de La Palma para reconducir el curso de la lava. Vivimos en un pa¨ªs con 47 millones de epidemi¨®logos, de periodistas, de pol¨ªticos, de jueces e, incluso, de seleccionadores nacionales. Ahora, por si fuera poco, nos hemos convertido en vulcan¨®logos de toda la vida. Se?ores, dejemos trabajar en paz a los que saben. Si de algo nos hemos dado cuenta en este ¨²ltimo a?o es de la importancia de la ciencia. No todo se soluciona con bombas. Por favor, no pretendamos ser m¨¢s papistas que el Papa.
Antonio Cuesta P¨¦rez. Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid)
Miedos
Cuando un d¨ªa, por una aver¨ªa, falta el agua corriente, recuerdas con admiraci¨®n a tus grifos manando siempre sin problemas. Me pregunto si nos faltar¨¢ algo insospechado en la vida normal que impida que la vida nos resulte supermaravillosa. ?Tendr¨¦ una aver¨ªa tan bien escondida que ni la note como tal? Ando todo el d¨ªa detr¨¢s de m¨ª para descubrirlo. Me parece encontrarlo. Tengo bastantes miedos, paralizantes y gratuitos y que pago muy caro. Deseo que no me pase nada. Ning¨²n fracaso, ning¨²n dolor. Por favor... Ni caso. Fuera miedos. La vida es bella y nada debe ocultarme su belleza.
Pablo Os¨¦s Azcona. Fuengirola (M¨¢laga)
La sanidad en la Espa?a vaciada
Pienso que la vida nos pone contra las cuerdas para recordarnos que somos humanos. Para la Espa?a vaciada, esas cuerdas est¨¢n tan prietas que nos cuesta respirar y eso nos hace m¨¢s conscientes de nuestras limitaciones. Ahora mismo en Soria solo contamos con un onc¨®logo. No es algo puntual. Hace algunas semanas, dos onc¨®logos atend¨ªan a los pacientes de cuatro agendas. Una enfermera intentaba tranquilizar a los pacientes en una sala abarrotada, mientras algunos esperaban tratamiento de quimioterapia. Y hay que viajar a Burgos para recibir radioterapia. Pagamos los mismos impuestos. ?Cu¨¢ndo vamos a dejar de ser una postal en blanco y negro?
Ana Bel¨¦n P¨¦rez Villa. Soria
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