Goebbels
Que nadie comente la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la caja b del PP, que nadie pida perd¨®n, que nadie reconozca siquiera la verdad de los hechos no deja en mal lugar a los dirigentes del partido, sino a un pa¨ªs entero
Lo dijo Esperanza Aguirre: una mentira mil veces repetida acaba pareciendo una verdad. Lo hab¨ªa dicho antes Joseph Goebbels, por supuesto, y despu¨¦s lo repitieron los creadores de las verdades alternativas, pero hoy me interesa Esperanza, porque jam¨¢s cre¨ª que llegar¨ªamos al momento que estamos viviendo. La Audiencia Nacional ha avalado definitivamente la autenticidad de los Papeles de B¨¢rcenas, dando por probado que la reforma de G¨¦nova 13 se pag¨® con dinero de la caja b. Hace solo unas semanas, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy, creador y heredero de la contabilidad paralela del PP, fueron aclamados cual sendas pitonisas de Delfos mientras pronosticaban que Casado dormir¨ªa pronto en La Moncloa. En cualquier otro pa¨ªs, la sentencia de la Audiencia habr¨ªa provocado un terremoto como los que sacuden la isla de La Palma, para llevarse varias carreras prometedoras por delante. Aqu¨ª, Cuca Gamarra sigue dando la matraca con los presupuestos de Bildu, como si no hubiera noticias frescas. Ya dijimos que no ¨ªbamos a volver a hablar del tema, insiste, sin mover un m¨²sculo de la cara. ?De verdad? Jam¨¢s pens¨¦ que lo conseguir¨ªan y me duele mucho la perspectiva de empezar a dudar. Desde luego no se puede despreciar el dinero que ha movido durante a?os una estructura delictiva de este calibre, pero me parece m¨¢s grave el absceso de pus que implica la actitud de uno de los dos grandes partidos de Espa?a ante su condena. Que nadie comente la sentencia, que nadie pida perd¨®n, que nadie reconozca siquiera la verdad de los hechos, no deja en mal lugar a Aznar, ni a Rajoy, ni a Casado, sino a un pa¨ªs entero. A partir de ahora, una de las grandes prioridades nacionales tendr¨ªa que ser evitar por todos los medios el silencio del PP. Por el bien de Espa?a, que dicen que les importa tanto. Por su propio futuro, y por el de todos los espa?oles.
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