El ¡®caso B¨¢rcenas¡¯ y EL PA?S
Tres sentencias, una de ellas firme, consideran probada la contabilidad paralela del PP que este peri¨®dico destap¨® el 31 de enero de 2013
El Partido Popular se financi¨® ilegalmente con dinero negro donado por grandes empresarios, la mayor¨ªa contratistas del Estado, que pusieron casi ocho millones de euros entre 1990 y 2009. Esas aportaciones sirvieron para abonar sobresueldos a dirigentes del partido y pagar distintos servicios, entre ellos, la reforma de la sede central del PP en la calle de G¨¦nova.
Esta verdad judicial ¡ªla existencia de una caja b en un partido pol¨ªtico que ha gobernado Espa?a 15 de los 44 a?os de la reciente etapa democr¨¢tica¡ª fue ratificada hace un a?o por el Tribunal Supremo cuando aval¨® la primera sentencia del caso G¨¹rtel y ha sido apuntalada ahora por la Audiencia Nacional en el fallo sobre los denominados papeles de B¨¢rcenas, la contabilidad paralela que destap¨® EL PA?S el 31 de enero de 2013.
Casi nueve a?os despu¨¦s de aquella publicaci¨®n, los hechos probados de la sentencia establecen que B¨¢rcenas ¡°gestion¨® los fondos en met¨¢lico aportados al PP como donaciones privadas a trav¨¦s de una contabilidad paralela (contabilidad b) de cuyo ingreso y gasto no se dej¨® constancia en la contabilidad oficial ni por tanto fueron fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas¡±. Esa contabilidad paralela reflej¨®, seg¨²n la sentencia, ¡°acontecimientos cuya realidad ha quedado acreditada, como los traspasos a las cuentas de donativos oficiales, entregas de dinero a determinadas personas vinculadas con el PP o los pagos por las obras de reforma de la sede central del PP en la calle G¨¦nova 13 de Madrid¡±.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ¡ªdurante cuyo mandato naci¨® y se desarroll¨® este sistema de financiaci¨®n ilegal¡ª y Mariano Rajoy ¡ªque no solo no elimin¨® ese sistema cuando dirigi¨® el partido, sino que ascendi¨® a tesorero nacional a quien era conocedor y gestor del mecanismo corrupto¡ª han negado en sede judicial que existiera una caja b en el PP. Todos los secretarios generales del partido que convivieron con ese instrumento t¨®xico de dinero oculto a la Hacienda P¨²blica han mantenido la misma versi¨®n que Aznar y Rajoy ante los tribunales. Despu¨¦s de tres sentencias sobre el caso, produce sonrojo recordar el testimonio de dos presidentes del Gobierno y numerosos ministros del PP, incapaces de mostrar preocupaci¨®n por la investigaci¨®n sobre el funcionamiento corrupto de la organizaci¨®n que encabezaron.
Lo m¨¢s cerca que estuvieron de admitir alguna responsabilidad pol¨ªtica fue cuando varios de ellos llegaron a sugerir que si la caja b existi¨® realmente, no era del partido, sino de Luis B¨¢rcenas. Pero esa excusa pretendidamente absolutoria se ha demostrado falsa, porque la mayor¨ªa de los gastos acreditados de esa caja b solo han beneficiado al PP como partido o a sus l¨ªderes. Pensar que B¨¢rcenas pudo ser un dirigente pol¨ªtico altruista capaz de usar el dinero negro que obten¨ªa para hacer obras en la sede del PP o pagar sobresueldos a los dirigentes del partido es un ejercicio intelectual absurdo que va contra todas las leyes de la l¨®gica.
Tres sentencias, una de ellas firme, consideran a estas alturas suficientemente probado que el PP se financi¨® ilegalmente, pero todav¨ªa nadie en esa formaci¨®n pol¨ªtica ha pedido perd¨®n por unos hechos probados en resoluciones judiciales cuyo recuerdo manchar¨¢ por muchos a?os la imagen de un partido con vocaci¨®n de gobierno.
El actual l¨ªder del PP, Pablo Casado, se ha negado a pedir perd¨®n porque no particip¨® en los hechos y tan solo se atrevi¨® a anunciar hace meses que vender¨ªa la sede central para intentar borrar as¨ª uno de los s¨ªmbolos de la corrupci¨®n del PP. Pero la venta de G¨¦nova 13 todav¨ªa no se ha producido y Casado sigue gestionando desde el silencio su respuesta a las sentencias que condenan al PP por pr¨¢cticas corruptas. Todav¨ªa quedan media docena de juicios por corrupci¨®n que salpican al partido.
Tampoco ha pedido disculpas el Partido Popular por la campa?a emprendida contra el diario EL PA?S tras la publicaci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas. Desde los principales dirigentes populares (sus secretarios y vicesecretarios generales) hasta distintos cargos p¨²blicos y empresarios que aparec¨ªan citados en esos papeles, presentaron demandas contra EL PA?S y acusaron a este peri¨®dico de injurias y calumnias por publicar falsedades, adem¨¢s de reclamar fuertes cantidades de dinero por el perjuicio causado.
Todas esas demandas fueron archivadas por distintos jueces, pero la campa?a de descr¨¦dito que el PP puso en marcha contra EL PA?S durante aquellos a?os sigue intacta pese a las sentencias conocidas, sin que nadie de la formaci¨®n pol¨ªtica se haya sentido obligado a desdecirse de tantas acusaciones infundadas. Aquella ofensiva judicial del PP contra EL PA?S pretendi¨® atemorizar y amordazar a un medio de comunicaci¨®n que lo ¨²nico que persigui¨® con la publicaci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas fue denunciar las pr¨¢cticas corruptas en la vida pol¨ªtica espa?ola y favorecer la regeneraci¨®n democr¨¢tica.
El juicio y la sentencia de los papeles de B¨¢rcenas cierran uno de los cap¨ªtulos m¨¢s negros en la historia del Partido Popular. La Audiencia Nacional solo ha podido juzgar dos de los 19 a?os de pr¨¢cticas corruptas que quedaron registrados en los papeles de B¨¢rcenas. Pero ni los empresarios que donaron grandes cantidades de dinero opaco ni los dirigentes populares que recibieron parte de ese dinero sin declararlo a Hacienda responder¨¢n por aquellos hechos ante los tribunales de justicia, aunque la opini¨®n p¨²blica se haya hecho una idea de lo ocurrido a trav¨¦s de lo ya juzgado y sentenciado.
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