En el aquelarre de Casado y Vox
El l¨ªder del PP parece empe?ado en seguir sumergi¨¦ndose paso a paso en la cloaca de la degradaci¨®n ret¨®rica
Hay insultos que retratan a quienes los usan, y no a quienes van dirigidos, y estos d¨ªas hemos visto alguno.
La saga la empez¨® un diputado de Vox que llam¨® bruja a la socialista Laura Berja en un pleno del Congreso. Y esta vez ha sido el propio presidente del Partido Popular, Pablo Casado, quien ha seguido la corriente y ha agitado el espantajo de la brujer¨ªa al calificar de ¡°aquelarre radical¡± la reuni¨®n de varias dirigentes progresistas en Valencia tan elegidas por los ciudadanos como lo ha sido ¨¦l mismo. Llevado del ronzal por Vox y empe?ado en seguir sumergi¨¦ndose en la cloaca de la degradaci¨®n ret¨®rica, el l¨ªder popular nos ha regalado en los ¨²ltimos d¨ªas varias perlas para enmarcar, sin que sepamos si ese derrotero est¨¢ dise?ado para seguir pescando en las aguas de la ultraderecha o le sale de natural.
Aquelarre es una reuni¨®n nocturna de brujas y brujos con la supuesta intervenci¨®n del demonio en la figura de macho cabr¨ªo. En tiempos en que peligraba la raz¨®n, Goya nos dej¨® el retrato de unos cuantos para reflejar el poder de la superstici¨®n y las creencias alternativas entre la gente que hab¨ªa perdido la esperanza en la propia Iglesia o en la sociedad en general. Brujas que acumulaban fetos, que ensartaban a los beb¨¦s muertos, brujas capaces de volar, de dirigir a las masas hacia sus truculencias y de abrir caminos alternativos a quienes no encontraban paz en los m¨¢s convencionales. El poder de la brujer¨ªa hab¨ªa crecido y creci¨® entonces en los m¨¢rgenes, all¨¢ donde no llegaba el pan, el sustento o el consuelo de la religi¨®n. La Inquisici¨®n lo persigui¨®, pero si alguien utiliz¨® la acusaci¨®n con m¨¢s fiereza todav¨ªa que la Iglesia fue la sociedad civil, las miserables ¨¦lites locales que acostumbraron a adjudic¨¢rsela a cualquier reci¨¦n llegada o vecina que les molestara y pusiera en entredicho su poder, como ha investigado la historiadora Mar¨ªa Tausiet.
Convendr¨ªa que Casado y Vox tuvieran en cuenta todo esto, no vaya a ser que nos percatemos de que act¨²an como esos miserables due?os del cotarro medieval que se?alaban a quienes desafiaban su peque?o dominio de la situaci¨®n. Hay insultos, como dec¨ªamos, que retratan a quienes los usan. Porque Casado est¨¢ uniendo su discurso al de Vox de forma estridente y sin matices y porque las supuestas brujas sol¨ªan ser inocentes. La hoguera que encienda el PP para quemarlas no ser¨¢ gratis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.