Muera Ca¨ªn

?Nunca nos libraremos del pasado? Cuando ¨¦ramos j¨®venes nos atra¨ªa la izquierda porque miraba al futuro, promet¨ªa ayudar a los m¨¢s d¨¦biles si perseveraban por mejorar, ve¨ªan la educaci¨®n como una escala de ascenso gracias al talento y el esfuerzo, el porvenir ten¨ªa una luminosidad que guiaba nuestra esperanza. La izquierda, ahora, s¨®lo se interesa y se identifica con el pasado, s¨®lo le importa lo acaudalado en memorias sectarias y fan¨¢ticas, quiere regresar una y otra vez a viejos fracasos como las rep¨²blicas (dos) o las revoluciones (un mont¨®n), hay incluso apologistas del comunismo, una superstici¨®n tan rancia como la alquimia. Nuestra izquierda es profundamente reaccionaria: no ve posibilidad alguna de mejora en aquellos j¨®venes que deseen formarse, educarse, aprender y lanzarse a mejorar la sociedad. Todo lo contrario, premia a los gandules, considera que suspender es de derechas, que el esfuerzo es facha y que lo mejor que puede uno hacer es no tener la menor ilusi¨®n de mejora. Est¨¢ paralizada por una ausencia total de ideas para el futuro.

En el otro lado de la trinchera, las fuerzas conservadoras se gu¨ªan fielmente por lo mismo, aunque con el signo cambiado para polarizar con ¨¦xito a la poblaci¨®n. Si las izquierdas parece que lo ¨²nico que pretenden es volver a perder la Guerra Civil, las derechas aceptan el envite y se enfrentan para ganar de nuevo. De modo que, por ejemplo, maltratan a la judicatura y aplastan al modo leninista a quien tenga ideas propias, igual que las izquierdas.

Hubo un tiempo en que se pod¨ªa votar a un partido de centro y liberal. Lo hicieron mal, como todos los partidos, pero son imprescindibles. En un pa¨ªs que s¨®lo mercadea con la Guerra Civil, los de Ciudadanos son necesarios. Ya s¨¦ que se est¨¢n suicidando. Me da igual. Yo les votar¨¦ hasta que se extingan.