La izquierda cierra filas para evitar que el Congreso condene el comunismo
El PP rescata una resoluci¨®n del Parlamento europeo de 2019 para forzar el debate en plena campa?a madrile?a
El Congreso de los Diputados se detuvo este martes en un asunto de la m¨¢xima actualidad: el comunismo, esa amenaza que, seg¨²n el PP, se cierne sobre los madrile?os si la derecha no logra revalidar su Gobierno en las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo 4 de mayo. Como la actualidad manda, en la C¨¢mara se debati¨® con mucha pasi¨®n y se habl¨® de los pactos de Stalin con Hitler y de la entrevista del f¨¹hrer con Franco en Hendaya; de la batalla del Ebro, de Juli¨¢n Grimau y de la matanza de Atocha; del Gulag, de los jemeres rojos camboyanos y de Nicolae Ceausescu. El PP buscaba una condena ¡°de los totalitarismos nazifascista y comunista¡±, pero se top¨® con una izquierda que cerr¨® filas sin matices, desde el PSOE hasta el BNG o la CUP. Y con una ardorosa intervenci¨®n del secretario general del PCE, Enrique Santiago, diputado de Unidas Podemos, para reivindicar la contribuci¨®n de su partido al pacto constitucional de 1978.
Los populares tramitaron su iniciativa el pasado mi¨¦rcoles, despu¨¦s de que la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, lanzase a sus electores el dilema ¡°comunismo o libertad¡± y, seg¨²n hizo notar el socialista Rafael Simancas, el mismo d¨ªa que una militante del PCE, la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, era confirmada como futura vicepresidenta tercera del Gobierno. El PP desempolv¨® una iniciativa ya rechazada hace meses en la Comisi¨®n Constitucional de la C¨¢mara que solicitaba adherirse a una declaraci¨®n de 2019 aprobada con amplia mayor¨ªa por el Parlamento europeo. Tanto el PSOE como el PNV reprocharon a los populares que, en su texto, tomasen solo una parte de la condena de la Euroc¨¢mara y omitiesen una referencia a ¡°otros reg¨ªmenes autoritarios¡± que, seg¨²n la interpretaci¨®n de ambos grupos, apunta, entre otros, al franquismo.
La relevancia que el PP quiso dar a la iniciativa ya se intu¨ªa cuando, a media tarde, sus esca?os comenzaron a llenarse tras haber comenzado la sesi¨®n casi desiertos. Luego qued¨® confirmada al comprobar que quien tomaba la palabra era Cuca Gamarra, la portavoz del grupo. Gamarra ech¨® por delante que el PP ya apoy¨® en 2002 una resoluci¨®n del Congreso condenando el franquismo y se?al¨® que ahora ha llegado el momento de acabar con la ¡°permisividad moral de la trasnochada progres¨ªa sin fronteras¡±, que, o bien ¡°justifica las monstruosidades de la teolog¨ªa comunista¡±, o, en el caso de los socialistas, act¨²a con un ¡°seguidismo acomplejado¡±. Al incluir en la misma resoluci¨®n al ¡°nazifascismo¡± y al comunismo, coment¨® Gamarra, su grupo pretend¨ªa que la C¨¢mara diese ¡°la espalda a la polarizaci¨®n de los extremos¡±.
El PP solo logr¨® un apoyo sin reservas de Vox, aunque con un matiz: el diputado de esta formaci¨®n Francisco Jos¨¦ Contreras afe¨® a los populares que a¨²n tengan vigente un protocolo de colaboraci¨®n con el Partido Comunista Chino firmado en 2013 por la entonces secretaria general, Dolores de Cospedal. Contreras defendi¨® que ¡°fascismo y comunismo son primos hermanos¡± y lament¨® que los reg¨ªmenes sovi¨¦ticos no hayan tenido nunca su ¡°juicio de N¨¹remberg¡±. Guillermo D¨ªaz, de Ciudadanos, no discrep¨® del fondo de la propuesta, es m¨¢s, dedic¨® su tiempo a relatar cr¨ªmenes nazis y del dictador comunista rumano Ceausescu, pero dispar¨® un dardo final a los populares: ¡°Cuidado con banalizar nazismo y comunismo, y menos usarlo para una campa?a electoral¡±. Una reserva parecida a la que formul¨® otra formaci¨®n que se reclama liberal, el PDeCAT, mientras que el PNV se mostraba dispuesto a apoyar la resoluci¨®n siempre que incluya una enmienda de condena al franquismo.
La propuesta se votar¨¢ el jueves, pero est¨¢ abocada al fracaso porque las fuerzas que se definen de izquierda suman mayor¨ªa en el Congreso (176 esca?os, entre PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, CUP y BNG). Todos ellos la rechazaron con gran vehemencia. ¡°?Viva el comunismo y viva la libertad!¡±, acab¨® su discurso el diputado de la CUP Albert Botran. El representante de ERC Joan Josep Nuet relat¨® la historia de su padre, un joven militante socialista que combati¨® en la batalla del Ebro y pas¨® seis a?os en campos de concentraci¨®n franquistas. Otros, como Oskar Matute, de EH Bildu, evocaron la actuaci¨®n del que era ministro de Franco y luego fundador del PP, Manuel Fraga, justificando las ejecuciones de comunistas durante la dictadura.
Y a continuaci¨®n sali¨® Enrique Santiago para defender la trayectoria hist¨®rica del partido que dirige. Arremeti¨® contra D¨ªaz Ayuso y subray¨® que el PCE no solo ¡°luch¨® por la democracia y la libertad¡± durante el franquismo, sino que en los a?os sesenta promovi¨® la estrategia que se llam¨® de ¡°reconciliaci¨®n nacional¡± y, tras la muerte de Franco, ¡°impuls¨® el pacto para esta Constituci¨®n que a ustedes [los populares] tanto les cost¨® aceptar¡±. ¡°A ustedes les hemos perdonado [por el franquismo], pero no tienen ninguna autoridad moral¡±, afirm¨®.
El cierre de filas fue total tambi¨¦n con el PSOE, cuyo diputado Rafael Simancas reconoci¨® el papel en la Transici¨®n de comunistas como Santiago Carrillo o los abogados de Atocha, y acus¨® a los populares de querer ¡°equiparar a la ministra de Trabajo con Adolf Hitler¡±. ¡°?Socialismo es libertad!¡±, concluy¨® Simancas. El debate acab¨® con una llamada al orden de la presidencia al portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, que quer¨ªa rebatir las acusaciones de ¡°fascista¡± que algunos diputados de la izquierda lanzaron contra su partido.
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