Morir por Kiev
No se sabe cu¨¢ndo ni c¨®mo, pero es seguro que Putin est¨¢ a punto de lanzar una nueva campa?a para recuperar Ucrania
No sabemos el d¨ªa ni la hora, como en la par¨¢bola evang¨¦lica. No hay dudas, en cambio, sobre el prop¨®sito de Vlad¨ªmir Putin. Ucrania debe regresar a la esfera de influencia de Mosc¨², si no es voluntariamente, por la fuerza. El presidente ruso lo ha formulado en varias ocasiones, la m¨¢s solemne y argumentada, con precisiones hist¨®ricas m¨¢s que discutibles, en un art¨ªculo el pasado julio que puede leerse en el portal digital del Kremlin y cuyo t¨ªtulo sintetiza perfectamente su pensamiento: Sobre la unidad hist¨®rica entre rusos y ucranios.
Pilar Bonet, corresponsal en Mosc¨² durante cuatro d¨¦cadas, se?al¨® entonces en estas mismas p¨¢ginas la obsesi¨®n de Putin por Ucrania y ¡°la falta de respeto por aquel Estado, sus dirigentes y sus ciudadanos¡± (El juego de Putin con culturas y fronteras, 21-VII-2020). De forma que no debe extra?ar que todo cuanto acontece en las lindes orientales de Ucrania se interprete en clave de advertencia a la que puede seguirle una inminente invasi¨®n rusa que lleve a la anexi¨®n por Mosc¨² de un nuevo pedazo de su territorio o la desestabilizaci¨®n de su Gobierno y la instalaci¨®n de otro Gobierno d¨®cil al Kremlin.
No es nuevo, aunque esta vez la intenci¨®n es que sea el golpe definitivo. As¨ª sucedi¨® en 2014, cuando Rusia se anexion¨® Crimea y las regiones de Donetsk y Lugansk se declararon independientes. Y as¨ª viene sucediendo desde 2004, cuando el candidato y luego presidente V¨ªktor Y¨²shenko estuvo al borde de la muerte de resultas de un cl¨¢sico envenenamiento como el que suelen utilizar los servicios secretos rusos.
Rusia est¨¢ acumulando fuerzas y realizando maniobras militares en las fronteras con Ucrania. El presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, denunci¨® este viernes la preparaci¨®n de un inminente golpe de Estado con la participaci¨®n del oligarca Rinat Ajmetov. Todo precedido por el uso de m¨¦todos de guerra h¨ªbrida, como son el flujo de refugiados transportados desde Oriente Pr¨®ximo a Bielorrusia o el suministro del gas ruso.
Estos acontecimientos suceden justo cuando europeos y americanos, muy solidarios con Kiev en las palabras, dicen con los hechos que no quieren morir por Kabul. Sin la protecci¨®n del art¨ªculo 5 de la OTAN, vigente solo para los pa¨ªses miembros, Ucrania se enfrenta a la amenaza rusa en solitario.
Su regreso al ¨¢rea de influencia rusa no tan solo dar¨ªa satisfacci¨®n al irredentismo nacionalista ruso y corregir¨ªa ¡°la mayor cat¨¢strofe geopol¨ªtica del siglo XX¡±, que fue la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica seg¨²n Putin. Ucrania ser¨ªa tambi¨¦n la primera pieza que caer¨ªa, a la que luego seguir¨ªa la presi¨®n sobre el resto de pa¨ªses desprendidos del yugo sovi¨¦tico, empezando por las rep¨²blicas b¨¢lticas. Significar¨ªa un rev¨¦s para el modelo europeo de democracia liberal y de integraci¨®n regional, dos engorros y contraejemplos para la Rusia putinista. Los europeos no querr¨¢n morir por Kiev, pero en Kiev tambi¨¦n se juega el futuro de Europa.
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