Rogativas

Los hay preocupados por la invasi¨®n de festejos for¨¢neos que sustituyen a los nuestros de toda la vida: Halloween en lugar de Todos los Santos, Santa Claus en lugar de los Reyes Magos, el Black Friday donde ayer hubo tradicionales rebajas y cosas as¨ª. A m¨ª estas novedades no me quitan el sue?o, a veces incluso las prefiero a los usos acostumbrados que tambi¨¦n sustituyeron en su d¨ªa a rutinas olvidadas. M¨¢s grave, en cambio, es no saber qu¨¦ significan las ceremonias sacras de nuestra cultura, hasta el punto de interpretarlas en clave vilmente ideol¨®gica. Por ejemplo, los anatemas suscitados por la presencia ¡ªparece que debida a un despiste¡ª de Pablo Casado en una misa dicha en sufragio del alma de Francisco Franco. ?Y por qu¨¦ un cat¨®lico practicante no va a rezar por un difunto, sea Franco o Hitler? Precisamente las personas que llevaron vidas menos ejemplares (seg¨²n nuestro criterio, l¨ªbreme Dios de sustituirle en estos menesteres) son las que m¨¢s necesitan plegarias y rogativas: Francisco de As¨ªs o Teresa de ?vila piden pocos rosarios. Vamos a ver: si es usted creyente, habr¨¢ o¨ªdo hablar de la comuni¨®n de los santos (anterior a Halloween) y de la caridad cristiana; y si no lo es, ded¨ªquese a ver la Sexta y a llevar bajo palio a obispos catalanes que persiguen a los ni?os que hablan espa?ol en el recreo. Y santas pascuas¡­

Hace a?os paseaba por la Concha con mis escoltas (?un abrazo, chicos! ?No dej¨¦is que los golfos, con pretexto de la mordaza, os pongan bozal!). Una se?ora me dijo: ¡°Ya s¨¦ que no es creyente, pero yo rezo mucho por usted¡±. Le contest¨¦ ¡°Siga, por favor. Creo poco en Dios, pero como buen espa?ol creo en las recomendaciones¡­¡±.