El negocio de la lengua
Mientras este sector clave se metamorfoseaba, la Generalitat no se dotaba de una pol¨ªtica estrat¨¦gica de promoci¨®n del audiovisual
La directiva deb¨ªa modificarse. El ¨²ltimo cambio en profundidad databa de 2007 y desde entonces el mundo audiovisual, donde pasamos buena parte de nuestra vida, nos ha transformado y el modelo de negocio se ha metamorfoseado. ¡°El mercado de los servicios de comunicaci¨®n audiovisual ha evolucionado de forma significativa y r¨¢pida, debido a la convergencia actual entre la televisi¨®n y los servicios de internet¡±. As¨ª consta en la directiva que el Parlamento y el Consejo Europeo aprobaron en 2018. A partir de ese momento los Estados miembros deb¨ªan trasponerla a su legislaci¨®n. La mayor¨ªa se retrasaron, el martes el Consejo de Ministros aprob¨® remitir el proyecto al Congreso, urge aprobarla. El redactado actual, que diluye lo acordado con Esquerra para aprobar los Presupuestos, evidencia que el Ejecutivo no tiene como prioridad el cumplimiento de un mandato constitucional: la especial protecci¨®n de las distintas modalidades ling¨¹¨ªsticas de Espa?a. Tiene otras.
En la referencia de La Moncloa sobre el ¨²ltimo Consejo de Ministros, se consigna que la ley permitir¨¢ la adaptaci¨®n a la nueva realidad del mercado, traspondr¨¢ la normativa europea, modernizar¨¢ la legislaci¨®n vigente y todo ello sincronizado con uno de los puntales del Plan de Recuperaci¨®n: el plan Spain Audiovisual Hub dotado con 1.603 millones. El pasado 24 de marzo el presidente Pedro S¨¢nchez lo present¨® en el cine Dor¨¦ de Madrid. En su intervenci¨®n s¨ª aludi¨® a la riqueza de nuestras lenguas y explicit¨® que el sector era clave ¡°por su peso en el empleo y en la econom¨ªa¡±. Ojal¨¢ lo sea m¨¢s. Ese es el objetivo del plan: hacer de Espa?a la principal plataforma comunitaria de negocio, trabajo e inversi¨®n audiovisual en Europa. Una de las palancas para lograrlo, como s¨ª se explicita en el documento del plan, es la lengua: ¡°el espa?ol es, sin duda, un activo importante para liderar en uno de los mercados m¨¢s importantes y en crecimiento a nivel mundial¡±. Como el mar y el clima, que son man¨¢ ca¨ªdo del cielo, tambi¨¦n el espa?ol es petr¨®leo ¡ªlo evidenciar¨¢ un plan estrat¨¦gico ligado a los fondos europeos¡ª.
?Por qu¨¦ su compa?¨ªa ha apostado tan fuerte por nuestro pa¨ªs? Lo tiene claro Diego ?valos, director de Netflix en Espa?a. ¡°Es un puente entre uno de los idiomas que m¨¢s se hablan en el mundo y la cultura europea¡±. Tambi¨¦n sabe que la inversi¨®n de su compa?¨ªa es clave para la potencialidad del hub y eso le otorga una considerable influencia en el redactado de la ley. Lo sabe tambi¨¦n el Gobierno. No es casual que en abril la ministra Reyes Maroto visitase sus instalaciones en Madrid o que en octubre lo hiciese el presidente S¨¢nchez, que en su viaje de este verano a Estados Unidos se reuni¨® con diversas plataformas para contarles que el Gobierno les ofrec¨ªa incentivos fiscales y administrativos para que consideraran Espa?a como ¡°el Hollywood de Europa¡±. El epicentro es el Madrid Content City de Tres Cantos, un proyecto urban¨ªstico descomunal al servicio de la industria audiovisual.
La controversia de esta semana sobre Netflix y el catal¨¢n, entre leyes y troleos, oculta un ¨¢ngulo muerto que duele contemplar. Doblar solo es placebo. Obtener cuotas de producci¨®n en catal¨¢n es urgente para una lengua con un mercado limitado y para revertir una inercia global que incluso afecta al franc¨¦s o al italiano. Pero es un parche. El problema es otro. Mientras este sector clave se metamorfoseaba, la Generalitat no se dotaba de una pol¨ªtica estrat¨¦gica de promoci¨®n del audiovisual. Es otra variante de la d¨¦cada perdida cuyo precio se paga ahora. Porque no solo est¨¢ implicando una descapitalizaci¨®n del talento ¡ªel producido, para empezar, por el Escac (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya)¡ª sino el anquilosamiento de una industria local m¨¢s y m¨¢s dependiente de TV3. Y sin industria que sepa aprovechar el potencial de negocio del espa?ol y as¨ª puedan ofrec¨¦rsele ventajas para que produzca tambi¨¦n en catal¨¢n, la lengua de mis padres y de mis hijos seguir¨¢ perdiendo atractivo. Impedirlo, insisto, no es una demanda nacionalista. Art¨ªculo 3.3. Es un mandato constitucional.
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