La extra?a pareja
Quiz¨¢ el Papa ha querido mandar un mensaje a la derecha y reafirmar simb¨®licamente su mensaje social; en tal caso, encontrarse con una pol¨ªtica ¡°roja¡± en activo no debi¨® parecerle mala idea
En pol¨ªtica hasta lo que parece m¨¢s incongruente suele albergar alg¨²n sentido. Es la esfera donde el inter¨¦s manda, donde nada es azaroso ni casual, donde todo responde a alg¨²n designio. Si esto es as¨ª, ?qu¨¦ ganan Yolanda D¨ªaz y el papa Francisco de su sorprendente encuentro vaticano? Una ¡°comunista¡±, como tanto le gusta resaltar a la oposici¨®n, con el m¨¢ximo jerarca de la Iglesia cat¨®lica. Por lo pronto, eso que es tan dif¨ªcil de obtener en nuestros d¨ªas: atenci¨®n, ese recurso tan escaso y por el que m¨¢s de un pol¨ªtico vender¨ªa su alma al diablo. F¨ªjense, ha bastado el anuncio de su visita al Vaticano para que Yolanda D¨ªaz est¨¦ de nuevo en todos los mentideros medi¨¢ticos. Incluso ha conseguido eclipsar su actividad en la sufrida tarea de sacar adelante el di¨¢logo social. ?O habr¨ªa que decir que su estancia en Roma sirve tambi¨¦n para que volvamos la vista a ¨¦l cuando ya empezaba a decaer el inter¨¦s?
Sea como fuere, de lo que no cabe ninguna duda es de que a D¨ªaz le es funcional para mostrar que lleva su propia agenda respecto al Gobierno y le permite desvelar de forma un tanto taimada parte de su proyecto pol¨ªtico. No acudi¨® al Santo Padre, como los pol¨ªticos de la derecha, para que le diera la bendici¨®n, sino para entablar un di¨¢logo ¡°emocionante¡± sobre desigualdad, precariedad laboral, la crisis de los refugiados... sobre las injusticias, en suma. Mucho se habla de la superioridad moral de la izquierda, pero si hay una instancia que hace de ella su santo y se?a es, precisamente, la Iglesia. El Papa es el ¨²nico l¨ªder mundial que puede permitirse el lujo de predicar la ¨¦tica de la convicci¨®n. Quiz¨¢ porque solo debe rendir cuentas ante el Alt¨ªsimo, no ante ning¨²n cuerpo ciudadano. Su accountability no es de este mundo. Sintonizar con Bergoglio, y para eso casi basta una foto, lanza el mensaje de que la propuesta de transversalidad de D¨ªaz era sincera. Que en las cuestiones de justicia social ¡ªno en temas como aborto o feminismo, claro¡ª la tradici¨®n de la izquierda puede encontrar puntos de conexi¨®n con los creyentes.
Por eso rabia la derecha, que ha quedado fuera de juego. Y al sector del PSOE en el Gobierno le debe embargar cierta perplejidad ante su audacia. Recuerden que este se supon¨ªa que era el atributo fundamental de S¨¢nchez. D¨ªaz est¨¢ comenzando a dar se?ales de que detr¨¢s de sus dulces maneras hay una estrategia pol¨ªtica fr¨ªa, como se supone que debe ser.
Y el Papa, ?qu¨¦ puede sacar de este encuentro con quien es una desconocida fuera de nuestras fronteras? Ay, eso ya son palabras mayores. El Vaticano es tan opaco como el Kremlin en sus buenos tiempos, aplicarle una hermen¨¦utica siempre est¨¢ llamado a fracasar. M¨¢s a¨²n cuando lo dirige un jesuita. Recuerden la segunda acepci¨®n que da el diccionario de la Real Academia Espa?ola a ¡°jesu¨ªtico¡±: ¡°que muestra cautela y cierta astucia o hipocres¨ªa¡±. Pero como esto seguramente no les sirve, les dar¨¦ mi opini¨®n sincera, que es pura especulaci¨®n. Bergoglio quiere mandar un mensaje a la derecha espa?ola, tan obsesionada porque este Papa pueda ser ¡°de izquierdas¡±. Si la pol¨ªtica desea sintonizarse con el Evangelio no puede desentenderse de los m¨¢s menesterosos ni de los que sufren persecuci¨®n ¡ªrecuerden su discurso en Lesbos¡ª. Reafirmarlo simb¨®licamente encontr¨¢ndose con una pol¨ªtica ¡°roja¡± en activo seguro que no le pareci¨® ninguna mala idea.
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