Abusos laborales
Algunas de las lacras m¨¢s graves que dej¨® la reforma del PP, como la temporalidad, empiezan a encontrar soluci¨®n
La negociaci¨®n para la reforma laboral (o la reforma de la reforma) no ha fructificado a¨²n en acuerdos relevantes. Pero parece avanzar a mejor ritmo mientras desbroza los obst¨¢culos que la bloqueaban. Influye en este mejor clima la ¡°nueva metodolog¨ªa¡± del Gobierno al haber incorporado a todos los ministerios implicados en la confecci¨®n de sus borradores y otorgar la supervisi¨®n del proceso a la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o. La acusaci¨®n de injerencia qued¨® neutralizada con relativa rapidez por Yolanda D¨ªaz y todos comprendieron al cabo que un acuerdo entre agentes econ¨®mico y sociales y el Gobierno de la naci¨®n ¡ªque representa a todos¡ª no puede limitarse a afianzar la sinton¨ªa entre las izquierdas pol¨ªticas y sindicales afines.
La primera cosecha del enfoque corregido ha sido la nueva propuesta contra la dualidad y la precariedad para convertir los contratos temporales en la excepci¨®n a la regla de los contratos fijos y sus variantes (fijos discontinuos). No sobra recordar, porque sigue siendo la gran asignatura pendiente, que el abuso en la contrataci¨®n laboral constituye la principal lacra del mercado de trabajo espa?ol. La reforma de 2012 liderada en solitario por el PP no solo no la erradic¨® sino que la perpetu¨® y ampli¨®. Fue un fracaso, en este aspecto nuclear, sin paliativos, sobre todo porque los abusos no son epis¨®dicos, sino estructurales. Los distintos planes de choque ejecutados de la Inspecci¨®n de Trabajo desde 2018 han concluido en centenares de miles de regularizaciones. Es decir, han detectado y resuelto una ingente cantidad de concatenaciones fraudulentas de contratos temporales que alarman y erosionan la confianza del trabajador en el sistema. De facto, son fijos.
Con toda raz¨®n, esa temporalidad ilegal es la recriminaci¨®n central que tanto la Comisi¨®n Europea como el Consejo, y varias sentencias del Tribunal de Justicia de Luxemburgo, han dirigido reiteradamente al mercado laboral espa?ol. Las veladas y vergonzantes amenazas de que la patronal acudir¨¢ a Bruselas para ir contra el Gobierno de Espa?a, lanzadas por el jefe de su Comisi¨®n de Econom¨ªa, ex secretario de Estado del PP y delegado de los Rothschild en Espa?a, ??igo Fern¨¢ndez de Mesa, est¨¢n claramente fuera de lugar. Conviene m¨¢s bien seguir la senda marcada por el Ejecutivo y algunas de las modificaciones en marcha: Yolanda D¨ªaz cambi¨® su postura inicial en este asunto al renunciar a un cupo de temporales del 15%, igual para las multinacionales que para los talleres, y hoy asume distintos tratamientos seg¨²n el tama?o de las empresas y un l¨ªmite m¨¢ximo com¨²n de tres meses para encadenar un mismo contrato temporal. No parece haber graves lamentaciones con esta segunda f¨®rmula, lo cual sugiere que el enfoque m¨¢s adecuado para este arduo y complicado pacto habr¨¢ de ser la inteligente combinaci¨®n de firmeza y flexibilidad.
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