Diet¨¦tica
El pesimismo nutricional y el ascetismo gastron¨®mico son males del capitalismo avanzado. Mientras tanto, una parte de la poblaci¨®n mundial pasa hambre
En el estricto cumplimiento de frugalidad de la edad mediana, me estaba preparando la otra noche un br¨®culi al vapor. Me di tanta pena que decid¨ª alegrar el plato con una pizca de queso, pero fren¨¦: ¡°?T¨² te quieres matar?¡± El algoritmo y la exploraci¨®n de mis noticias corroboran los peores pron¨®sticos: ¡°Un sorbo de cerveza puede avisarle de que padece un c¨¢ncer¡±. Si elijo un filete de at¨²n rojo para atenuar el colesterol malo, aparece la amenaza del mercurio; cuando meriendo un vitam¨ªnico tomate, noto la cristalizaci¨®n del ¨¢cido ¨²rico en las articulaciones; cuando tomo tres l¨¢cteos al d¨ªa para evitar la osteoporosis, una vaca se r¨ªe de m¨ª record¨¢ndome la grasa que obturar¨¢ mis arterias; la masticaci¨®n rumiante de una lechuga me trae el aroma a pesticida; hay alimentos que solo se pueden ingerir a determinadas horas. Menos mal que, quiz¨¢ por mi ascendencia segoviana, el corderito o el corderitito, como dec¨ªan Faemino y Cansado, no me gusta y ese disgusto se relaciona solo en parte con la culpa animalista. Las vitaminas se desvanecen, pero los venenos se quedan prendidos a las espinacas que guardamos de un d¨ªa para otro. El pesimismo diet¨¦tico y el ascetismo gastron¨®mico son males del capitalismo avanzado. Mientras tanto, una parte de la poblaci¨®n mundial pasa hambre y Luke, el ni?o de la tele, morir¨¢ de neumon¨ªa porque su madre no tiene dinero para tapioca ni medicamentos. Repondr¨¢n Pl¨¢cido en la tele, pero no sentaremos a un pobre a la mesa ni de co?a, no porque pensemos que las caridades lubrican las malas hechuras del sistema y refuerzan la sensaci¨®n de bondad de los que fomentan esas desigualdades para las que dan una limosnita, sino porque hemos calculado que un comensal sin mascarilla infecta a tres en 17 minutos y un comensal sin mascarilla con las ventanas abiertas infecta a dos vacunados en 22 minutos. As¨ª no hay quien tenga una alegr¨ªa delante del corderitito. Campanas de Bel¨¦n. Y vuelven a beber.
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