Una aut¨¦ntica soberan¨ªa europea
La reforma de la zona Schengen aboga por una pol¨ªtica com¨²n sobre el cierre de fronteras que fortalece la federalizaci¨®n de la UE
La propuesta de la Comisi¨®n Europea de reforma de la zona Schengen presentada esta semana busca que sea Bruselas la que decida el cierre de las fronteras exteriores en caso de crisis sanitaria. La capital comunitaria trata de atribuirse la potestad de aplicar una pol¨ªtica uniforme ante fen¨®menos como los del coronavirus, pero constituye, sobre todo, un paso importante en el camino hacia la efectiva federalizaci¨®n de Europa y podr¨ªa servir de modelo para la gesti¨®n de otro tipo de emergencias fronterizas.
El cambio propuesto es importante porque representa otra cesi¨®n m¨¢s de soberan¨ªa por parte de los Estados a la Uni¨®n al perder estos el control sobre sus fronteras. La pandemia ha zarandeado el concepto de soberan¨ªa y ha cambiado su percepci¨®n como valor absoluto por una raz¨®n simple: ya no vivimos en un mundo en el que los Estados puedan actuar de forma independiente. La interdependencia es un hecho irreversible e inevitable. Si la Uni¨®n Europea mantiene abiertas sus fronteras internas es imperativo que haya una coordinaci¨®n m¨¢s estrecha en relaci¨®n con el per¨ªmetro exterior hasta el punto de su centralizaci¨®n: si no se protege a todos los Estados a la vez, ninguno de ellos estar¨¢ protegido.
La medida adem¨¢s podr¨ªa servir para evitar reacciones de p¨¢nico como las que se produjeron durante la primera ola de covid, cuando todos los Estados decidieron cerrar sus fronteras de forma unilateral. Pusieron en peligro as¨ª las cadenas de suministro y provocaron un caos de normas aplicadas por los 27 Estados. En ese momento lo que se puso en peligro fue el propio acuerdo Schengen, una de las tres conquistas que definen a la Uni¨®n, junto al mercado interior y la moneda ¨²nica. Esa cesi¨®n de soberan¨ªa ahora permite reforzar y profundizar en la uni¨®n, como ha sucedido con los Fondos de Recuperaci¨®n y en el ¨¢mbito presupuestario. Lo que resulta inquietante de esos avances hacia una mayor federalizaci¨®n es que proyectan la sensaci¨®n de que Europa solo se construye reactivamente: para combatir la amenaza o el miedo, en lugar de apelar a la voluntad conjunta de los ciudadanos europeos para que la Uni¨®n ampl¨ªe sus poderes. De hecho, los Estados no dejan de transferir poderes derivados de sus soberan¨ªas, pero tampoco acaban de crear una convencida soberan¨ªa europea.
La articulaci¨®n de esta propuesta deber¨¢ contar con todas las cautelas de control para que respete los fundamentos democr¨¢ticos del federalismo. Es importante, como se?ala el proyecto, que sea el Consejo de la UE, y no cualquier comit¨¦, el que asuma esa potestad para decretar, a propuesta de la Comisi¨®n y con el escrutinio del Parlamento Europeo, el cierre generalizado. Es el instrumento que puede impedir que cada pa¨ªs adopte por su cuenta sus propias normas sobre la entrada de viajeros procedentes de pa¨ªses terceros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.