Va por ustedes

Imag¨ªnense que el presidente Pedro S¨¢nchez, en vez de dirigirse a la naci¨®n para anunciar las mascarillas obligatorias en la calle, hubiera concedido una entrevista en hora punta sobre su visi¨®n del mundo y el papel de Espa?a en ¨¦l. Tal vez no habr¨ªa sido trending topic, pero habr¨ªa logrado poner el foco en cuestiones vitales para nuestro pa¨ªs y, de paso, elevar el nivel del debate pol¨ªtico.

Improbable, sin embargo. Quienes nos dedicamos a lo internacional ya tenemos asimilada una buena dosis de frustraci¨®n y resignaci¨®n ante el escaso inter¨¦s que el exterior despierta en nuestras clases pol¨ªtica y medi¨¢tica, y en nuestra sociedad.

Es cierto que las cosas, en general, funcionan, que tenemos profesionales competentes, que vamos a las citas europeas y multilaterales con los deberes hechos, que somos, como nos gusta repetir, un socio fiable. Pero se echa en falta una mayor ambici¨®n, una mayor capacidad de iniciativa, de lanzar y movilizar debates, de apadrinar conceptos, de abanderar grandes ideas. Esto es especialmente visible en la Uni¨®n Europea, donde desde hace a?os se viene reclamando un mayor papel para Espa?a, m¨¢s tras la salida del Reino Unido.

Se echa en falta tambi¨¦n una postura propia sobre algunos temas de imperiosa actualidad, como la futura relaci¨®n con China o la actual crisis con Rusia; nuestra respuesta ir¨¢, no puede ser de otro modo, en l¨ªnea con lo que decida la UE. Poca discusi¨®n adicional, ninguna proyecci¨®n interna. Y cuando s¨ª hay iniciativa, como el impulso que tradicionalmente ha dado Espa?a a la agenda de mujer, paz y seguridad en Naciones Unidas, apenas recibe atenci¨®n. Porque los medios son, por supuesto, parte de ese c¨ªrculo vicioso.

La limitada trayectoria internacional de nuestros representantes ¡ªno es el caso de S¨¢nchez¡ª y los continuos sobresaltos de la pol¨ªtica nacional ¡ª?qui¨¦n necesita ahora elecciones en Castilla y Le¨®n?¡ª explican, en parte, nuestra timidez exterior.

As¨ª est¨¢bamos, lament¨¢ndonos de esta desidia, un peque?o grupo de especialistas en un reciente encuentro con diplom¨¢ticos extranjeros, cuando uno de ellos pregunt¨®: entonces, ?qu¨¦ os hace levantaros cada ma?ana? Yo no lo dud¨¦: la convicci¨®n de que hay que seguir intentando acercar ese mundo del que formamos parte; de que conocer lo que pasa fuera nos ayuda a relativizar lo que nos ocurre dentro; y de que, para poder opinar, antes debemos comprender. As¨ª que esta columna, como todas, va por ustedes, queridos lectores.

2022 vendr¨¢ con importantes ¡°excusas¡±. La cumbre de la OTAN en Madrid, a finales de junio, traer¨¢ ¡ªcovid mediante¡ª a numerosos mandatarios extranjeros; tambi¨¦n movilizar¨¢ el debate sobre su nuevo concepto estrat¨¦gico y el dise?o de la seguridad occidental. Adem¨¢s, comenzar¨¢n los trabajos preparatorios para la presidencia espa?ola del Consejo Europeo, en la segunda mitad de 2023; la ocasi¨®n para ofrecer una visi¨®n desde el sur para el futuro (pospand¨¦mico) del proyecto com¨²n. Material no va a faltar.

Cu¨ªdense mucho y feliz a?o.