Bruselas ve peligrar el papel de Espa?a en la UE por la inestabilidad pol¨ªtica

La interminable inestabilidad pol¨ªtica que atenaza a Espa?a preocupa m¨¢s en Bruselas que el repentino ascenso de la extrema derecha. Las instituciones comunitarias esperan en vano desde hace cuatro a?os que Espa?a se dote de un Gobierno con capacidad de acometer reformas econ¨®micas y de sumarse al liderazgo de un club europeo en plena transici¨®n. Pero las elecciones del 10-N no han deparado la estabilidad anhelada por Bruselas, sino un panorama pol¨ªtico a¨²n m¨¢s fragmentado.

Las urnas, adem¨¢s, han devorado a Ciudadanos (Cs), el complemento liberal so?ado por Bruselas para un Gobierno progresista y europe¨ªsta. Y han propulsado a Vox, una formaci¨®n que hace gala de su hostilidad hacia unas instituciones europeas definidas por el l¨ªder de la formaci¨®n, Santiago Abascal, como "una secta en la que se persigue a quien quiere salir".

"A ojos de Bruselas, Espa?a ha dejado pasar la gran oportunidad que hubiera sido un Gobierno del PSOE y Cs", lamenta una fuente diplom¨¢tica. "Ese tren no volver¨¢ a pasar y ahora falta por ver si el PP resiste como referencia conservadora", a?ade.

El escenario resulta inquietante para unas instituciones que confiaban en Espa?a como uno de los puntales para la pr¨®xima legislatura comunitaria, a punto de arrancar de manera efectiva con la toma de posesi¨®n de Ursula von der Leyen como nueva prevista de la Comisi¨®n Europea (a partir del 1 de diciembre si se cumple el calendario previsto).

La incertidumbre que deja el 10-N sobre la formaci¨®n de un Gobierno operativo y estable pone ahora en duda el papel que puede jugar Espa?a en un periodo en el que, en solo 100 d¨ªas despu¨¦s de su toma de posesi¨®n, Von der Leyen planea sentar las bases de una nueva pol¨ªtica industrial y de clima, una pol¨ªtica de asilo coordinada o una pol¨ªtica social reforzada (con normas sobre salario m¨ªnimo).

"Vamos a seguir de cerca el proceso [poselectoral] con la esperanza de que desembocar¨¢ lo m¨¢s r¨¢pidamente posible en la formaci¨®n de un Gobierno", ha urgido este lunes Mina Andreeva, la portavoz oficial de la Comisi¨®n Europea. Andreeva ha advertido que la configuraci¨®n de un nuevo Ejecutivo "es importante para que Espa?a pueda seguir desempe?ando un papel activo en Europa y m¨¢s all¨¢ de Europa".

La interrogante colocada por la Comisi¨®n sobre el papel activo de Espa?a en ausencia de un Gobierno estable delata la preocupaci¨®n que rezuman los pasillos comunitarios por la situaci¨®n de bloqueo en que parece haber ca¨ªdo la cuarta econom¨ªa de la zona euro.

Con cuatro elecciones en cuatro a?os, unos Presupuestos Generales prorrogados y un Gobierno en funciones desde hace m¨¢s de seis meses, Espa?a ha pasado a disputar el liderazgo de la inestabilidad a pa¨ªses como Italia o B¨¦lgica. Y a diferencia de esos dos pa¨ªses, que logran mantener un gran ascendiente en Bruselas pase lo que pase en sus respectivos ejecutivos, Espa?a tiende al ensimismamiento y a descuidar el flanco exterior cuando arrecian los problemas internos como los que sacuden el panorama pol¨ªtico desde 2015.

Fuentes comunitarias creen que Pedro S¨¢nchez, tras su victoria del domingo, deber¨¢ volcarse en la b¨²squeda de alianzas tan laboriosas y restringidas a puntos concretos como inestables. Y con esa volatilidad en casa, dudan de que el futuro Gobierno espa?ol pueda prestar atenci¨®n a los debates en marcha en un club europeo que, tras el Brexit (31 de enero de 2020), afrontar¨¢ su propia crisis de identidad y sus posibilidades (o no) de refundaci¨®n.

Otros ultras

La inquietud en Bruselas es mucho menor en relaci¨®n con el ascenso de Vox, que llega cuando la ultraderecha ya se ha afianzado en una gran parte de los pa¨ªses de la UE. "Nunca nos inquietamos cuando la gente vota, es la democracia", zanja la cuesti¨®n la portavoz de la Comisi¨®n Europea.

"A pesar del espectacular crecimiento de Vox, el apoyo al proyecto europeo sigue estando garantizado en el espectro pol¨ªtico espa?ol", relativiza tambi¨¦n Alberto Alemanno, profesor titular de la c¨¢tedra Jean Monnet de Derecho Europeo en la ?cole des Hautes ?tudes Commerciales de Par¨ªs.

Pero Jorge Galindo, doctor en Sociolog¨ªa por la Universidad de Ginebra y estudioso de los movimientos ultraderechistas en Europa, subraya que, tras el 10-N, la fuerza parlamentaria de la ultraderecha espa?ola, con un 15%, "ha pasado de golpe a situarse en la media europea, en torno al 17%". Todav¨ªa queda un salto hasta el 45% de Polonia (Pis), el 22% de Italia (Liga) o el 21% de Francia (RN). Pero la celeridad de la radicalizaci¨®n de una parte del electorado espa?ol puede hacer que esa brecha meng¨¹e r¨¢pidamente.