A d¨®nde van los tuits que no tuiteamos
Dec¨ªa Joan Didion que escribir es la t¨¢ctica de un acosador secreto. Mientras tanto, en Twitter siempre pensamos que los ¡®bullies¡¯ son los dem¨¢s
Abandonar las redes sociales o ponerse un candadito en la cuenta de Twitter es una pr¨¢ctica habitual en los ¨²ltimos tiempos. Las dos son reacciones de diferente grado al estr¨¦s, la presi¨®n, los ataques, las amenazas o el acoso que tienen lugar en las redes sociales. Lo cont¨® en estas p¨¢ginas la periodista Bego?a G¨®mez Urz¨¢iz en el reportaje titulado El abuso mis¨®gino en Twitter lleva a las mujeres a ¡°ponerse¡± el candado. Mar¨ªa L¨®pez Villodres dio su testimonio en S Moda sobre el acoso que sufri¨® ella misma y la escritora Luc¨ªa Lijtmaer lo desarrolla en su libro Ofendiditos (Ed. Anagrama). Claro que esto no solo ocurre a las mujeres, pero s¨ª lo hace con m¨¢s frecuencia y de forma m¨¢s violenta. El 20% de las mujeres de entre 18 y 29 a?os han padecido ciberviolencia machista. Los casos m¨¢s llamativos trascienden las redes para llegar a los informativos. Las amenazas de muerte al hijo de Candela Pe?a, las amenazas de muerte a las periodistas deportivas, el abandono de redes de pol¨ªticas como Ada Colau, de periodistas, de tuiteras acosadas.
Hay versiones mucho m¨¢s ligeras y generalizadas: silenciar los mensajes directos, por ejemplo, cuando las respuestas a un tuit se ponen muy pesadas. El lunes, un usuario preguntaba cu¨¢l era la bronca m¨¢s rara que les hab¨ªan echado en Twitter. Las respuestas dan una idea de por qu¨¦ puede surgir una de esas broncas. Les doy una pista: por todo. Hab¨ªa respuestas en tono de humor, como la de una usuaria que cont¨® esto: ¡°A m¨ª me mentaron los muertos por uno que quer¨ªa explicarme los opi¨¢ceos y le dije que era anestesista, Hulio.¡± Los hay m¨¢s duros, aunque tambi¨¦n se cuenten en tono ligero: ¡°Cuando le dije a un se?or que dif¨ªcilmente el texto que ¨¦l hab¨ªa puesto pod¨ªa ser la azora 180 del Cor¨¢n porque el Cor¨¢n tiene 114 azoras (cap¨ªtulos). Me llamaron follamoros y desearon que me violasen unos menas¡±.
?Cu¨¢l es la bronca m¨¢s rara que os han echado en Twitter? A m¨ª por no seguir a m¨¢s gente de la que me sigue.
— Genko (@Genko) January 3, 2022
Twitter funciona por el sistema de recompensa variable. Cuando vemos una notificaci¨®n, no podemos evitar pinchar en ella. Cuanto m¨¢s tuiteamos, m¨¢s posibilidades hay de que esa acci¨®n genere una reacci¨®n, y cuanto m¨¢s interacciones y m¨¢s acci¨®n m¨¢s nos favorece Twitter, por eso la perseverancia es esencial para triunfar en la red social. Por eso tambi¨¦n dejar de tuitear tiene sus riesgos, y no solo para el ego, como pensar¨¢n algunos descre¨ªdos. No olvidemos que Twitter es para muchos una herramienta de trabajo que cumple funciones de promoci¨®n, networking y porfolio.
La escritora Mar¨ªa S¨¢nchez escrib¨ªa el lunes un tuit que resume el hartazgo de algunos usuarios: ¡°La de veces que voy a escribir algo por aqu¨ª y luego digo ¡®pa¡¯ qu¨¦' y al final nada¡±. Es un argumento sencillo pero irrefutable. ?Para qu¨¦? Dejar de tuitear para no tener que enfrentarte a una bronca o a algo peor.
la de veces que voy a escribir algo por aqu¨ª y luego digo "pa qu¨¦" y al final nada ?
— mar¨ªa s¨¢nchez (@MariaMercromina) January 3, 2022
Tambi¨¦n hay quien abandona Twitter o utiliza el candado por las consecuencias de otros tuits de un pasado lejano, con su propio contexto y su propio subtexto, que ya no los representan. Acaba de pasar (da igual cu¨¢ndo lea esto). La cultura de la cancelaci¨®n no siempre hace distinciones entre lo que cancela y en ocasiones sus m¨¦todos se parecen bastante a los de sus cancelados.
La escritora Joan Didion, que falleci¨® el 23 de diciembre, en su ensayo titulado Por qu¨¦ escribo, dec¨ªa: ¡°Es innegable que el hecho de poner palabras en papel es la t¨¢ctica de un acosador secreto, una invasi¨®n, una imposici¨®n de la sensibilidad del escritor en el espacio m¨¢s privado del lector¡±. No tiene nada que ver con Twitter, lo s¨¦. Pero cuando imagino las notificaciones parpadeando, una detr¨¢s de otra, el miedo a abrirlas, la ansiedad de saber que est¨¢n ah¨ª, las ganas de contestar, las ganas de no hacerlo, de borrar cuenta, me vienen esas palabras a la cabeza. Visualizo esos tuits que no tuiteamos y, lo que es peor, los que s¨ª, y pienso en ese acosador secreto y en que siempre pensamos que los bullies son los dem¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.