El futuro europeo se juega en Washington
No es una cuenta con el pasado lo que est¨¢ pendiente. Es la posibilidad de que Trump, o alguien como ¨¦l, pueda regresar a la presidencia en 2024
Pasar cuentas con los responsables del asalto al Capitolio no es una tarea f¨¢cil. Ni siquiera est¨¢ claro que lo consigan el departamento de Justicia, con el auxilio del FBI, y la comisi¨®n especial de investigaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes. Los medios desplegados son notables, como lo es la documentaci¨®n sobre el asalto: grabaciones de video, registros de llamadas, mensajes digitales, testigos de las reuniones preparatorias, testimonios de las v¨ªctimas de las agresiones...
El mayor...
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Pasar cuentas con los responsables del asalto al Capitolio no es una tarea f¨¢cil. Ni siquiera est¨¢ claro que lo consigan el departamento de Justicia, con el auxilio del FBI, y la comisi¨®n especial de investigaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes. Los medios desplegados son notables, como lo es la documentaci¨®n sobre el asalto: grabaciones de video, registros de llamadas, mensajes digitales, testigos de las reuniones preparatorias, testimonios de las v¨ªctimas de las agresiones...
El mayor obst¨¢culo lo constituye una instituci¨®n tan veterana y fundamental en el sistema pol¨ªtico estadounidense como es el partido republicano, ahora en la oposici¨®n, con sus 50 senadores, sus 212 congresistas, los 28 gobernadores y los seis jueces del Supremo nombrados por presidentes republicanos. En manos de los republicanos estuvo la culminaci¨®n de los dos fracasados juicios de destituci¨®n o impeachment contra Trump, el primero por abuso de poder y obstrucci¨®n a la justicia iniciado el diciembre de 2019, y el segundo, por incitaci¨®n a la insurrecci¨®n, en su ¨²ltima semana presidencial.
La acci¨®n de la polic¨ªa y de la justicia se ha demostrado sumamente eficaz en la investigaci¨®n y persecuci¨®n de los asaltantes, gracias a la colaboraci¨®n involuntaria de los exhibicionistas rebeldes trumpistas, que recogieron en sus tel¨¦fonos m¨®viles un rosario de pruebas de sus haza?as. No est¨¢ claro, en cambio, que el castigo alcance a los responsables m¨¢ximos del intento insurreccional y del autogolpe de Estado perpetrado desde la Casa Blanca. Son muy pocos los republicanos que han podido escapar de la capacidad de intimidaci¨®n del trumpismo para que no colaboraran en la investigaci¨®n. No pudo constituirse la comisi¨®n bipartidista que correspond¨ªa a la gravedad de los hechos, y los dem¨®cratas tuvieron que conformarse con una comisi¨®n solo de la C¨¢mara de Representantes, donde cuentan con mayor¨ªa, salvada a efectos bipartidistas por la vicepresidencia de Liz Cheney, la muy conservadora pero dign¨ªsima hija de Dick Cheney, que fue vicepresidente de George W. Bush.
El trumpismo est¨¢ recurriendo a todos los medios a su alcance, como desatender las convocatorias o negarse a entregar documentos, aun a riesgo de incurrir en desacato, seguidas de recursos judiciales, que en el caso de Trump terminar¨¢n en el Supremo, donde se dirimir¨¢ si el expresidente puede acogerse todav¨ªa al privilegio de reserva presidencial como sostiene. El objetivo es llegar a las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre de 2022, que pintan mal para los dem¨®cratas, sin que la investigaci¨®n haya llegado al n¨²cleo de la conspiraci¨®n, es decir, a Donald Trump.
No es una cuenta con el pasado lo que est¨¢ pendiente. Es la posibilidad de que Trump, o alguien como ¨¦l, pueda regresar a la presidencia en 2024. Tambi¨¦n el futuro de la democracia en Estados Unidos, del que depende en buena parte el futuro de la democracia en el mundo. Si la democracia se hunde en Washington, la autocracia sube en todas partes y especialmente en Europa, donde ya est¨¢ al acecho en Mosc¨².