Sinton¨ªas alemanas
La reforma de las reglas fiscales en Europa debe evitar los errores cometidos en la Gran Recesi¨®n de diez a?os atr¨¢s
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Buena parte de la ciudadan¨ªa europea sabe que su futuro depende de las reglas fiscales suspendidas durante la pandemia. Sobre la mesa est¨¢ la posibilidad de una reforma que permita canalizar una salida consistente y cre¨ªble de la crisis en pa¨ªses que parten de situaciones muy diferentes. La nueva coalici¨®n de gobierno en Alemania ha reafirmado su compromiso federal europeo mientras Espa?a e Italia buscan complementar al eje Par¨ªs-Berl¨ªn. Espa?a aspira a impulsar el papel de ese cuadril¨¢tero en Europa, como pudo visualizarse en el encuentro del lunes en La Moncloa entre el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, y el presidente, Pedro S¨¢nchez.
La visita de Scholz encarna un ¡°momento socialdem¨®crata¡± en parte de Europa que no tiene reflejo hoy en la c¨²pula del poder de la Uni¨®n, sin miembros de la familia socialista. Pero la sinton¨ªa de esta corriente pol¨ªtica con la a¨²n titubeante era pospand¨¦mica se explica por las demandas renovadas de protecci¨®n social y la convicci¨®n en un gasto expansivo que aleje del horizonte la destrucci¨®n que causaron las medidas equivocadas contra la Gran Recesi¨®n hace 10 a?os. El acercamiento entre Espa?a y Alemania debe servir como impulso para la reforma del pacto de estabilidad que tanto dolor caus¨® entonces.
En esa reforma se encuentran tanto Par¨ªs como Roma, mientras Berl¨ªn ha expresado un punto de partida algo m¨¢s reticente, pero abierto a la negociaci¨®n. Para Alemania ¡ªcuya deuda est¨¢ en el 72% y no necesita fondos de la Next Generation¡ª existe ya una flexibilidad suficiente en el marco actual. El canciller alem¨¢n no se ha cerrado a revisarlo aunque ha dejado expuesta una de las batallas pol¨ªticas m¨¢s importantes que marcar¨¢n la conversaci¨®n de Bruselas este a?o. Influir¨¢n en ella tambi¨¦n las elecciones francesas y el posible cambio de Gobierno en Italia, si Mario Draghi accede a la presidencia del pa¨ªs. El encuentro entre Scholz y S¨¢nchez fue la expresi¨®n dulce de esa batalla pol¨ªtica, pero las dos partes son conscientes de que hay que negociar hasta llegar a un compromiso que evite una reca¨ªda. El objetivo es no repetir lo que ocurri¨® en la anterior crisis, cuando el gasto p¨²blico se concentr¨® pr¨¢cticamente en la subsistencia. Europa no puede permitirse perder otra d¨¦cada para recuperar el aliento frente al ritmo al que se mueven en la actualidad China y Estados Unidos. Y tampoco puede abrir una nueva zanja marcada por la austeridad entre pa¨ªses endeudados del sur y los autodenominados frugales.
En estas condiciones, cualquier posible acuerdo ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo y tambi¨¦n de grado. La posici¨®n de Francia es m¨¢s ambiciosa que la de Alemania. Emmanuel Macron piensa que las reglas fiscales actuales son oscuras, complejas y obsoletas, y algo parecido dijo Pedro S¨¢nchez el lunes. A favor de Par¨ªs est¨¢ no solo el apoyo de Italia y Espa?a. Est¨¢ tambi¨¦n Holanda, abierta a reformar el pacto, y la Comisi¨®n ya ha impulsado un proceso de consulta p¨²blica con la intenci¨®n de cambiar las reglas. Los tiempos son otros, y las cuatro econom¨ªas m¨¢s importantes de la eurozona son conscientes de ello. La visita de Scholz a Espa?a lleva dentro una importante carga simb¨®lica y proyecta el mensaje que ayer pudo escucharse en boca de su ministro de Finanzas, Christian Lindner, a la salida del Ecofin: ¡°Alemania no ser¨¢ parte del problema, sino de la soluci¨®n¡±. Nada est¨¢ resuelto, pero existen las condiciones para encarrilar la soluci¨®n.
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