Bruno Le Maire, nuevo presidente del Ecofin: ¡°La regla del m¨¢ximo de la deuda p¨²blica al 60% es obsoleta¡±
El ministro franc¨¦s de Econom¨ªa y Finanzas perfila en una entrevista la reforma del pacto de estabilidad y crecimiento bajo presidencia francesa del Consejo de la UE y reclama la soberan¨ªa energ¨¦tica frente a la dependencia de Rusia
Bruno Le Maire disfruta de un raro privilegio entre sus colegas ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la Uni¨®n Europea: es ¨Cliteralmente¨C un personaje de novela. Aparece, bajo el nombre de un ministro ficticio llamado Bruno Juge y libremente inspirado en ¨¦l, en An¨¦antir, la celebrada nueva obra de su amigo Michel Houellebecq.
Le Maire (Neuilly-sur-Seine, 52 a?os) tiene otro privilegio, no ficticio sino muy real y m¨¢s comprometido: durante la presidencia de Francia del Consejo de la Uni¨®n Europea, el primer semestre de 2022, estar¨¢ al mando del Ecofin, que congrega a los titulares de Econom¨ªa y Finanzas de los Veintisiete. El ministro franc¨¦s quiere aprovecharlo para enterrar algunas de las reglas fiscales que en el pasado actuaron como camisa de fuerza para algunos pa¨ªses, para promover sectores estrat¨¦gicos y reafirmar la soberan¨ªa de la UE ante EE UU y China, y para impulsar la independencia energ¨¦tica ante la Rusia de Vlad¨ªmir Putin.
¡°Las reglas deben basarse en la realidad, no en los sue?os¡±, declara Le Maire en una entrevista por videoconferencia con EL PA?S y otros seis diarios europeos en v¨ªsperas del primer Ecofin bajo su presidencia. ¡°No hay que abandonar todas las reglas, pero s¨ª adaptarlas a la nueva realidad¡±.
La nueva realidad es el mundo poscovid que, seg¨²n el ministro, requiere inversiones masivas en tecnolog¨ªas medioambientales, semiconductores, la inteligencia artificial o la aeron¨¢utica, entre otros. Un aut¨¦ntico plan de reindustrializaci¨®n necesaria, en su opini¨®n, si el continente no quiere quedar descolgado en la competici¨®n global. Las reglas son las del Pacto de estabilidad y de crecimiento, hoy en suspenso por la pandemia, pero que obliga a los pa¨ªses del euro a mantener su d¨¦ficit presupuestario por debajo del 3% del PIB anual y la deuda p¨²blica por debajo del 60%. La deuda en Espa?a ronda el 122% del PIB. En Francia, el 115%.
Se trata, seg¨²n Le Maire, de encontrar ¡°el equilibrio adecuado entre inversiones y finanzas p¨²blicas saneadas¡±. ¡°El pacto, como conjunto, no est¨¢ obsoleto, pero la regla de la deuda p¨²blica s¨ª¡±, contin¨²a. Y argumenta: ¡°Miremos los niveles de deuda p¨²blica anteriores a la crisis: hab¨ªa una distancia de cerca de 40 puntos del PIB entre los miembros m¨¢s endeudados de la Eurozona y los menos. Despu¨¦s de la crisis, algunos Estados miembros han alcanzado una deuda p¨²blica del 168%, mientras que otros se han mantenido en el 60% o el 65%. Esto significa que ahora la distancia entre ellos es de 100 puntos¡±.
Le Maire, ¨¢rbitro y a la vez parte interesada en el Ecofin, evita entrar en detalles. Pero cita algunas propuestas que est¨¢n sobre la mesa. Una es establecer calendarios y objetivos para reducir la deuda distintos en funci¨®n del pa¨ªs. Otra, dejar a cada Estado miembro la posibilidad de definir el ritmo y los cambios de su pol¨ªtica econ¨®mica.
Las discusiones previas sobre la reforma de las reglas fiscales est¨¢n reconfigurando las alianzas en la UE: norte-sur, frugales-endeudados. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, lanzaron el diciembre una propuesta a la que Espa?a renunci¨® a sumarse con la voluntad de arrimarse a Alemania en este debate.
¡°La decisi¨®n de preparar aquella propuesta se adopt¨® en el contexto del tratado franco-italiano del Quirinal¡±, responde Le Maire a una pregunta sobre la ausencia de Espa?a en el plan Macron-Draghi. ¡°Pero, claro, todas las propuestas que estamos poniendo en la mesa est¨¢n abiertas a cualquier otro Estado miembro¡±.
Tampoco cree el ministro que sea v¨¢lida la vieja divisi¨®n, un poco esquem¨¢tica, pero constante en las ¨²ltimas d¨¦cadas, entre los taca?os del norte y los manirrotos del sur. ¡°La cuesti¨®n de la frugalidad o la no frugalidad¡±, sentencia, ¡°es un debate pasado de moda¡±.
En el primer Ecofin bajo su presidencia, este martes, Le Maire quiere abordar el aumento de los precios de la energ¨ªa. ¡°Explican m¨¢s de la mitad de la inflaci¨®n en Europa y los precios elevados socavan la competitividad de las empresas y limitan el poder adquisitivo de los consumidores¡±, constata. En otro momento, dice: ¡°Una de las lecciones de esta situaci¨®n es que dependemos demasiado de pa¨ªses extranjeros en muchos sectores¡±. Y a?ade: ¡°Putin puede jugar con Europa porque dependemos demasiado del gas suministrado por Rusia. Si queremos ser m¨¢s independientes y queremos ser libres, necesitamos invertir en nuestra producci¨®n energ¨¦tica baja en carbono. Puede ser renovable o nucleares: cada Estado puede decidir¡±.
A la pregunta sobre los debates en torno al documento de la Comisi¨®n Europea que clasifica la energ¨ªa nuclear como energ¨ªa verde, y que puede ser motivo de discrepancia con pa¨ªses como Espa?a o Alemania, el ministro responde: ¡°Espero que avancemos sin grandes dificultades, creo que hemos encontrado el equilibrio correcto y debemos atenernos a ¨¦l¡±. Francia, que recibe el 70% de la electricidad de sus centrales nucleares, ha anunciado que construir¨¢ nuevos reactores para combatir el cambio clim¨¢tico y garantizar la soberan¨ªa energ¨¦tica.
Adem¨¢s, Le Maire llama a evitar retrasos en la puesta en marcha del plan de recuperaci¨®n. ¡°Hay que estar atentos a los riesgos como la inflaci¨®n o los cuellos de botella industriales, aunque creo que podremos resolver este asunto en los pr¨®ximos meses¡±, dice. ¡°Esto implica que debemos entregar toda la ayuda econ¨®mica con tanta fuerza como sea posible¡±.
Respecto a la amenaza para la econom¨ªa de nuevas olas de covid, dice ¡°no dar nada por hecho¡±, pero se declara optimista y exhibe el balance de los dos ¨²ltimos a?os con el plan de recuperaci¨®n conjunto o la deuda com¨²n. ¡°En vez del ego¨ªsmo¡±, declara, ¡°hemos promovido la solidaridad. En vez de tomar menos decisiones, hemos tomado m¨¢s. Hemos construido una Europa m¨¢s fuerte, con una visi¨®n m¨¢s clara de lo que Europa deber¨ªa ser en el siglo XXI¡±.
En la concepci¨®n de Le Maire para Europa ¡ªla voluntad de desarrollar las industrias de futuro para afirmar su geopol¨ªtica y con un papel clave del poder p¨²blico¡ª hay algo del esp¨ªritu de Jean-Baptiste Colbert, el ministro de Finanzas de Luis XIV y fundador del capitalismo dirigista a la francesa. No es casualidad que, hiperb¨®licamente, Houellebecq califique en su novela a Bruno Juge, trasunto literario de Le Maire, como ¡°el mayor ministro de Econom¨ªa desde Colbert¡±. El interrogante es si a fin de cuentas el colbertismo vale para el resto de la UE; si los socios est¨¢n dispuestos a alinearse en esta visi¨®n.
Le Maire, para reforzar su diagn¨®stico optimista, compara la gesti¨®n de la crisis financiera de 2008, marcada por la austeridad y las divisiones profundas entre los socios, con la actual. ¡°La gesti¨®n de 2010 y 2011 result¨® en menos crecimiento, m¨¢s deuda p¨²blica y m¨¢s desempleo. Fue un fracaso. Hemos sacado las lecciones pol¨ªticas y econ¨®micas de la crisis de 2010. Esto prueba que nos hemos convertido en una potencia pol¨ªtica¡±, dice. Y explica que, en la crisis actual, los europeos ¡°[han] gastado m¨¢s dinero p¨²blico, pero el resultado ha sido m¨¢s crecimiento, menos bancarrotas, menos desempleo y m¨¢s inversi¨®n¡±.
La salida del Reino Unido de la UE tambi¨¦n ha facilitado los avances de la UE en este periodo, seg¨²n el ministro. ¡°Los hechos son claros¡±, se?ala. ¡°Avanzamos bien, avanzamos en la direcci¨®n correcta, avanzamos muy r¨¢pido. Hay menos rivalidades, menos gritos, m¨¢s entendimientos en Europa¡±, zanja.
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