La revuelta de los periodistas y el ¡°racismo de los negros¡±
La publicaci¨®n de una columna sobre racismo genera descontento en la redacci¨®n de ¡®Folha de S?o Paulo¡¯ y agudiza la pol¨¦mica de la desigualdad racial en un Brasil que arrastra la maldici¨®n de la esclavitud
Un art¨ªculo del antrop¨®logo brasile?o Antonio Riserio titulado ¡°Racismo de negros contra blancos gana fuerza con supuestos excesos de luchas identitarias que estar¨ªan conduciendo al racismo invertido¡±, ha creado una revuelta interna en el prestigioso diario brasile?o Folha de S.Paulo. En una carta abierta a la direcci¨®n del peri¨®dico, 186 de sus periodistas escriben: ¡°Nosotros, periodistas de Folha, queremos expresar nuestra preocupaci¨®n con las publicaciones recurrentes de contenido racista en las p¨¢ginas del peri¨®dico¡±. Y a?aden: ¡°El racismo es un hecho concreto de la realidad brasile?a¡±. Los periodistas dejan claro en su carta que ¡°el pluralismo de opini¨®n es una de las bases del proyecto editorial de Folha¡±, pero recuerdan que el peri¨®dico no acostumbra, por ejemplo, a publicar contenidos que relativicen el Holocausto ni da voz a los apologistas de la dictadura o a los representantes del movimiento antivacuna.
La revuelta de los periodistas de Folha plantea, en efecto, un doble problema: el del racismo siempre presente en el mundo ¡ªy que ha sido agudizado en Brasil con el Gobierno de extrema derecha fascista de Jair Bolsonaro¡ª y el de la libertad de expresi¨®n aun cuando pueda ir contra la l¨ªnea ideol¨®gica del peri¨®dico.
La pol¨¦mica ha llegado a las redes sociales, donde se critica al antrop¨®logo Riserio por haber abordado un tema que preocupa siempre en Brasil, como lo es el del racismo de las ¨¦lites blancas contra los negros, considerados inferiores incluso cuando consiguen abrirse paso en el mundo acad¨¦mico o empresarial. La respuesta de las redes ha sido ¡°no al racismo invertido¡±. Y en efecto, incluso en el Brasil democr¨¢tico de hoy, los negros, que arrastran a¨²n el estigma de la esclavitud, acaban siempre siendo sacrificados por las fuerzas policiales y considerados consciente o inconscientemente como inferiores.
En los ¨¢mbitos de la izquierda y de los movimientos contra el racismo se hace cada d¨ªa m¨¢s fuerte la conciencia de que Brasil contin¨²a siendo un pa¨ªs en el que los negros y las mujeres son siempre discriminados. De ah¨ª que cualquier discurso, incluso acad¨¦mico, que ponga en cuesti¨®n el problema aunque sea acudiendo a la historia del pasado, es visto con preocupaci¨®n y objeto de cr¨ªtica.
El antrop¨®logo Riserio, autor del pol¨¦mico art¨ªculo de Folha, no es ning¨²n bolsonarista ni fascista. Al rev¨¦s. Fue detenido durante la dictadura. Perteneci¨® al movimiento revolucionario de izquierdas Polop (Pol¨ªtica Obrera), el mismo al que pertenec¨ªa la expresidenta Dilma Rousseff, que acab¨® encarcelada y torturada. Tuvo una participaci¨®n importante en la elaboraci¨®n de los programas de las campa?as presidenciales del Partido de los Trabajadores de Lula y hoy vive recluido en la isla de Itaparica. No tiene Twitter ni usa WhatsApp y critica que el ¡°populismo de izquierdas ha dado paso al populismo de extrema derecha de Bolsonaro¡±.
En una entrevista a Duda Teixeria de la revista Cruso¨¦, el antrop¨®logo ha intentado defenderse de las cr¨ªticas que le est¨¢n lloviendo con motivo de su pol¨¦mico art¨ªculo y afirma, por ejemplo, que ¡°el blanco es siempre la encarnaci¨®n del privilegio y de la opresi¨®n aunque sea taxista o alba?il¡±. Recuerda que en el siglo XIX ¡°nadie estaba contra el esclavismo como sistema. Cada grupo intentaba no ser esclavizado, pero nadie se interesaba de la esclavitud de los otros¡±. Seg¨²n el antrop¨®logo, ¡°los esclavos que fueron vendidos a Brasil nada m¨¢s haber atravesado el Atl¨¢ntico no dejaron de ser esclavistas. La primera cosa, al ascender socialmente, era comprar esclavos de los cuales se serv¨ªan con la misma crueldad de los se?ores blancos¡±.
El diario respondi¨® este jueves a la carta de sus redactores. ¡°La direcci¨®n de Folha reconoce la carta de los periodistas como un instrumento leg¨ªtimo de manifestaci¨®n, pero afirma que el contenido va contra la pluralidad y la defensa de la libertad de expresi¨®n, pilares del proyecto Folha¡±. El diario ha anunciado, adem¨¢s, que organizar¨¢ ¡°un seminario para discutir pluralismo y la cuesti¨®n racial¡±.
La pol¨¦mica revuelta de los periodistas de Folha est¨¢ sirviendo para agudizar m¨¢s, si cabe, la eterna pol¨¦mica del racismo contra los negros en un Brasil que arrastra la maldici¨®n de una esclavitud, en el ¨²ltimo pa¨ªs en ser abolida. Abandonados a su propia suerte, los millones de esclavos africanos acabaron sin los derechos fundamentales, lo que les convirti¨®, hasta hoy, en los parias del pa¨ªs, objetos siempre de discriminaci¨®n abierta o encubierta. Un tema que no dejar¨¢ de estar vivo en este 2022, cuando Brasil celebra su segundo centenario de la Independencia y unas elecciones presidenciales cargadas de inc¨®gnitas y pol¨¦micas que pueden ser cruciales para el futuro de la democracia brasile?a.
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