La primera exclusiva de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias ya no es vicepresidente. Lo fue, es verdad, y durante un tiempo hasta le hizo ilusi¨®n ¡ªno hay m¨¢s que recordar el sentido abrazo que le regal¨® a Pedro S¨¢nchez tras la firma del preacuerdo de Gobierno¡ª, pero ya ni es vicepresidente, ni tampoco ejerce de ex. De hecho, al hilo de sus recientes declaraciones contra el Gobierno de S¨¢nchez en general y contra Margarita Robles en particular a cuenta de Ucrania, alguna mente inoportuna y maliciosa le ha recordado estos d¨ªas a trav¨¦s de Twitter una vieja entrevista suya en la criticaba a Felipe Gonz¨¢lez y a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar por seguir enganchados como drogadictos a la pol¨ªtica.

?l no es as¨ª. No hay m¨¢s que ver su cuenta de Twitter, que siguen m¨¢s de 2.600.000 usuarios. La inmensa mayor¨ªa de sus ¨²ltimos tuits ¡ªincluido el llamado ¡°tuit fijado¡±¡ª no se refieren a la pol¨ªtica, sino al periodismo, una vieja pasi¨®n que cultiv¨® con sus entrevistas en La Tuerca y que ahora ocupa buena parte de sus desvelos. No solo tiene espacios fijos en radios y peri¨®dicos, sino que pronto estrenar¨¢ un podcast para el que ha iniciado una campa?a de micromecenazgo.

Pues bien, fijado el contexto, no se entiende la bronca que el mi¨¦rcoles por la tarde le montaron los partidos de la oposici¨®n, diversos analistas ¡ªpreocupados sin duda por la irrupci¨®n de un rival con esa experiencia y ese pico¡ª y la alegre infanter¨ªa que siempre se apunta a un bombardeo. La pol¨¦mica se desat¨® a cuenta de un mensaje de Telegram ¡ªque es algo as¨ª como un Whatsapp de pata negra¡ª en el que Pablo Iglesias aseguraba que ten¨ªa datos del ¨²ltimo sondeo del Centro de Investigaciones Cient¨ªficas (CIS) sobre las elecciones en Castilla y Le¨®n. S¨ª, los ten¨ªa. Y, lo que tiene m¨¢s m¨¦rito, antes de que el sondeo se hiciera p¨²blico. ?Es eso un esc¨¢ndalo? Seg¨²n se mire. Si seguimos consider¨¢ndolo un pol¨ªtico en activo, s¨ª. Y, de hecho, Iglesias se sinti¨® pillado in fraganti, borr¨® el mensaje y escribi¨® a continuaci¨®n la t¨ªpica excusa en plan esto no es lo que parece.

Pero si, en vez de expol¨ªtico, lo encuadramos ya en su nueva profesi¨®n, tal vez no sea un esc¨¢ndalo. No hay nada m¨¢s hermoso para un periodista que una exclusiva. La primera del Pablo Iglesias refundado. Porque el inventor de Podemos no est¨¢ entrando en el mundo de los medios de puntillas, sino m¨¢s bien a sangre y fuego, dict¨¢ndole a sus disc¨ªpulos cu¨¢les son los buenos y cu¨¢les los malos, qu¨¦ periodistas caminan por la senda correcta y qu¨¦ otros merecen el escarnio p¨²blico y la furia de sus seguidores.

Hay un ejemplo de ayer mismo. Unas horas antes del asunto del CIS, Diego S. Garrocho, profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, escribi¨® en su cuenta de Twitter: ¡°Ver a Pablo Iglesias dar clases de ¨¦tica period¨ªstica, siendo columnista de Gara y promotor de La ?ltima Hora!, es un poco como lo de Maradona en los partidos antidroga¡±. El tuit apenas tuvo ¨¦xito hasta que Iglesias contest¨® unas horas despu¨¦s: ¡°Yo no pretendo dar lecciones a nadie se?or. Solo hago un podcast y doy mi opini¨®n escribiendo donde me dejan. Usted escribe en un peri¨®dico franquista como ABC y en un tabloide financiado por millonarios venezolanos. Le deber¨ªan hacer a usted catedr¨¢tico de periodismo por eso¡±. A continuaci¨®n, insert¨® el tuit de Garrocho y dej¨® que sus huestes completaran el trabajo. Si quieren ver lo que le pasa a quien se mete con el nuevo l¨ªder medi¨¢tico, lean los comentarios del tuit en cuesti¨®n.

Es una actitud que llama la atenci¨®n por venir de alguien que tiene recursos, formaci¨®n y sentido del humor para elevar el discurso en vez de embrutecerlo. Y que adem¨¢s ha sufrido en carne propia, y en la de su familia, el acoso y los insultos de la jaur¨ªa desatada.