Dictadura tecnol¨®gica
Los lectores opinan sobre la influencia de la tecnolog¨ªa, los bancos, la salud mental, y el uso del t¨¦rmino ¡°hispano¡± en la prensa deportiva
Imagina que alguien puede saberlo todo acerca de ti: tu edad, tu domicilio, tu trabajo, tu curr¨ªculo, la hora a la que te levantas, cu¨¢ndo comienzas a trabajar, cu¨¢ndo vuelves a casa, por d¨®nde pasas, la marca y matr¨ªcula de tu coche, tus preferencias en comidas, lecturas o viajes, el equipo al que sigues, tus estudios, tu familia y tus amistades, tus inclinaciones en materia pol¨ªtica, religiosa o sexual, tu serie favorita, tu declaraci¨®n de la renta, tu cuenta bancaria, tus conocimientos, tus compras, tus antecedentes m¨¦dicos, tu estado de ¨¢nimo, tus intenciones. Imagina que alguien puede vigilarte las 24 horas y conocer todo lo que haces y dices, una especie de dios b¨ªblico, omnipotente y omnipresente, que toma nota de todos tus actos para utilizar como pruebas en la balanza del juicio final, solo que aqu¨ª, el juicio es constante, a modo de evaluaci¨®n continua, y la condenaci¨®n puede llegar en cualquier momento. Imagina ese inmenso poder en malas manos.
Y ahora deja de imaginar y mira la realidad.
Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo. Petrer (Alicante)
El poder del dinero
El excelente art¨ªculo escrito por Llu¨ªs Bassets el pasado 3 de febrero sobre las consecuencias que tuvo y sigue teniendo el nefasto Gobierno de Trump en la pol¨ªtica internacional y en su propia imagen como l¨ªder mundial me ha llevado a otra reflexi¨®n. Quiz¨¢ los propios estadounidenses deber¨ªan empezar a cuestionar su mecanismo electoral para llegar al poder. Trump ha evidenciado una vez m¨¢s que el dinero lo puede todo. Hasta alzar a la presidencia a un hombre sin capacidad y experiencia en el pa¨ªs (todav¨ªa) m¨¢s poderoso del mundo. Trump ha logrado que EE UU tenga que protegerse de s¨ª mismo.
Mar¨ªa Grijelmo. Valladolid
Salud mental accesible
Siempre me he preguntado por qu¨¦ la gente no le hab¨ªa dado importancia a la salud mental, ?alguna vez se han detenido a pensar en lo que sufren en silencio muchas personas a nuestro alrededor? Deber¨ªamos empezar a fijarnos en el lenguaje corporal, pues puede darnos mucha m¨¢s informaci¨®n que las palabras. Casi siempre, las personas creen que pedir ayuda es algo para ¡°d¨¦biles¡±, pero es lo m¨¢s valiente que puede hacer alguien. Me encantar¨ªa que en alg¨²n momento todos tuvi¨¦ramos la fuerza para hablar sobre aquello que nos aflige y dirigirnos a alguien que nos pueda brindar ayuda necesaria para sentirnos mejor sin pensar en el qu¨¦ dir¨¢n. Los psic¨®logos no son solo para gente que tenga depresi¨®n o ansiedad, siempre pueden ayudarnos, conducirnos por un buen camino y ayudarnos a superar cosas que no ser¨ªamos capaces de contar a nadie m¨¢s. Dejemos de creer que somos d¨¦biles por pedir ayuda.
Sarah A. Rodr¨ªguez Bastidas. Ourense
?Por qu¨¦ no espa?oles?
Observo que en la prensa deportiva se utiliza cada vez m¨¢s el t¨¦rmino ¡°hispanos¡± para referirse a las diferentes selecciones espa?olas. Aunque en la entrada ¡°hispano¡± del diccionario de la RAE figura ¡°espa?ol¡± como tercera acepci¨®n, entiendo que, en un sentido estricto, ¡°hispanos¡± podr¨ªa tanto incluir a los portugueses como excluir a los canarios, por poner dos ejemplos. Entonces, ?por qu¨¦ no referirnos a ellos sencillamente como ¡°espa?oles¡±?
Mar¨ªa Asunci¨®n Bosch Novela. Madrid
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